El premio literario está dotado con 30.000 euros y el nombre del ganador se conocerá el próximo lunes en Barcelona
Después de 85 ediciones y más de mil piezas interpretadas, el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena rompió este miércoles, por primera vez, el monopolio masculino de su repertorio al incluir una obra de la compositora austríaca Constanze Geiger (1835-1890).
Han sido algo menos de seis minutos que quedarán para la historia. Así de breve, pero importante, ha sido el 'Ferdinandus-Walzer', un vals compuesto por Geiger a los 12 años, estrenado en 1848 y que acaparó el protagonismo en el mediático recital dominado por la música alegre de la familia Strauss.
De esta forma, el concierto dirigido por Riccardo Muti incluyó una innovación, para algunos muy tardía, a su habitual celebración de la tradición con sus optimistas y ligeros valses, polcas y galopes.
Geiger, hasta ahora poco conocida, robó el protagonismo de este concierto a la saga de los Strauss con una pieza que, según Muti, destaca por su gran calidad. "No elegí este vals por ser obra de una mujer, sino por su valor artístico", afirmó Muti durante la rueda de prensa previa al concierto.
Aunque el reconocido director italiano insistió en que ni él ni la Filarmónica se guiaron por cuestiones de género, es difícil no ver esta decisión como un intento por adecuar a los tiempos un concierto conocido por su conservadurismo.
La inclusión de Geiger en el recital de música clásica más seguido del planeta -retransmitido a casi cien países- rompe una barrera en un concierto que hasta ahora había tenido nula presencia femenina en el repertorio y que nunca ha sido dirigido por una mujer.
Otro gran protagonista del concierto fue Riccardo Muti, quien, a sus 83 años, dirigió este concierto por séptima vez y se consolidó como el director vivo que más veces ha liderado el recital.
El maestro italiano mostró un vigor que desafía la edad, conduciendo con su habitual elegancia y una sensibilidad que realzó la esencia de esta música, descrita por él mismo como "melancólica y alegre".
El público y los filarmónicos mostraron una gran complicidad y cariño hacia el director italiano, que en su tradicional mensaje de año nuevo deseó "paz, fraternidad y amor".
Muti ha dejado su huella en momentos históricos del concierto, como la interpretación este año del vals de Geiger, pero también se le recuerda por un momento más sombrío, cuando en 2021 dirigió el recital ante un patio de butacas vacío debido a las restricciones de la pandemia de covid.
El tercer gran protagonista del concierto de 2025 fue Johann Strauss hijo, una figura central de la música vienesa, con motivo del bicentenario de su nacimiento.
El concierto incluyó ocho composiciones del 'rey del vals', además del tradicional bis de 'El Danubio azul', así como piezas del resto de la saga.
Austria celebrará con numerosos eventos los 200 años del nacimiento del compositor que ya en su época fue una especie de estrella pop con fama mundial.
Como ya es habitual, la versión televisada ofreció actuaciones del ballet de la Ópera de Viena como acompañamiento de algunas piezas del programa, coreografiadas por primera vez por la británica Cathy Marston.
El concierto culminó, como manda la tradición, con las dos propinas más célebres: 'El Danubio Azul' y una 'Marcha Radetzky' al ritmo de las palmas del público.
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