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Reformar la medición de audiencias, garantizar la transparencia y leyes contra la mentira, claves contra la desinformación

Arsenio Escolar, presidente de CLABE, alerta sobre el fenómeno de la desinformación en la Comisión para la Auditoría de la Calidad Democrática del Congreso

Reformar la medición de audiencias, garantizar la transparencia y leyes contra la mentira, claves contra la desinformación
Arsenio Escolar en el Congreso de los Diputados
Teresa Sánchez
Teresa Sánchez
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"La desinformación nos preocupa, insisto. Mucho. Nos preocupa desde bastante antes de que fuera objeto de debate público en España". Con estas palabras, Arsenio Escolar, presidente de CLABE -Club Abierto de Editores-, abrió esta semana su intervención en el Congreso de los Diputados para abordar uno de los fenómenos más graves que enfrenta la sociedad actual: la desinformación.

Desde 2017, cuando la noción de "hechos alternativos" irrumpió en el panorama mediático, la preocupación por el impacto de las falsedades no ha dejado de crecer. Escolar recordó cómo la frase "los hechos alternativos no son hechos, son falsedades" marcó un hito en el debate público.

A partir de entonces, la lucha contra las fake news se convirtió en una prioridad para CLABE, una organización a la que pertenece Tribuna Grupo y de la que su consejero delegado, Juan Antonio Martín Mesonero, es miembro del consejo directivo. En los últimos años, CLABE ha impulsado jornadas y espacios como el libro y el sitio web Comprometidos con la Verdad, dedicados a este tema.

La desinformación, destacó Escolar, no es una amenaza pasajera ni coyuntural. "Ha llegado con la pretensión de quedarse", advirtió, señalando que se ha convertido en un fenómeno estructural alimentado por el mal uso de la tecnología y las redes sociales. Esta práctica ha transformado los hechos, antaño considerados sagrados, en elementos moldeables al servicio de intereses específicos. "Que las opiniones sean libres y también los hechos sean libres, no sagrados, es una tristísima y devastadora novedad", afirmó con contundencia.

El presidente de CLABE subrayó que el impacto de la desinformación trasciende el ámbito mediático, erosionando la confianza en las instituciones, polarizando la sociedad y debilitando el derecho constitucional a recibir información veraz. También denunció cómo algunos actores que antes mantenían una ética informativa han adoptado la desinformación como práctica habitual, comprometiendo el debate público y la salud democrática.

Para enfrentar este desafío, Escolar planteó varias líneas de acción:

- Reforzar la ética y la autorregulación en los medios, priorizando la verificación y la transparencia de las fuentes.

- Educar a la ciudadanía mediante programas de alfabetización mediática, en colaboración con universidades y escuelas.

- Impulsar la cooperación entre plataformas digitales y medios de comunicación para identificar y eliminar contenidos engañosos.

- Promover medidas legislativas que respeten la libertad de prensa, pero que sancionen la mentira y los "hechos alternativos".

En este contexto, celebró la aprobación del Reglamento Europeo sobre la Libertad de los Medios de Comunicación (EMFA), que propone medidas clave para garantizar la transparencia y la independencia en el sector mediático. Escolar destacó que, aunque CLABE tiene matices sobre algunos puntos, comparte el espíritu del reglamento, especialmente en aspectos como la transparencia en la propiedad de los medios, la financiación y la medición de audiencias.

MEDICIÓN DE AUDIENCIAS

En este sentido, resaltó que reformar la medición de audiencias es estratégico para la democracia. Escolar explicó que los actuales sistemas de medición no siempre reflejan de manera justa la realidad del consumo mediático, favoreciendo en ocasiones modelos que priorizan los intereses económicos por encima de la diversidad informativa.

Al promover una medición más transparente y equitativa, se busca fortalecer el pluralismo y garantizar que la información de calidad alcance a más ciudadanos, consolidando así uno de los pilares esenciales de la democracia.

Escolar concluyó su intervención instando a políticos, periodistas, académicos y ciudadanos a reflexionar sobre su papel en esta lucha. "Desde el periodismo, desde la política, desde la academia, desde las plataformas tecnológicas, desde las redes sociales o desde la ciudadanía, preguntémonos qué tenemos que hacer cada uno de nosotros para que este preocupante fenómeno de la desinformación no acabe con la democracia".

Así, el presidente de CLABE dejó claro que la batalla contra la desinformación es una tarea conjunta y urgente, que requiere un esfuerzo decidido para proteger los pilares fundamentales de la democracia y garantizar un futuro basado en la verdad.