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Raquel Díaz solicitará ampliar la causa abierta contra la Policía e incluirá a Pereira

Ni el intendente ni cinco agentes han sabido explicar en el juzgado quién transformó el desesperado aviso de auxilio de Raquel al 112 en 2018 a "ruido de vecinos"

Raquel Díaz solicitará ampliar la causa abierta contra la Policía e incluirá a Pereira
Arturo Pereira, intendente jefe de la Policía Local de Ponferrada, declaró este miércoles como testigo en el juicio a Pedro Muñoz.
Susana Martín
Susana Martín
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En la noche del 13 de marzo de 2018 Raquel Díaz y Pedro Muñoz mantuvieron una discusión acerca de una fotografía que tenían en el domicilio que compartían en su vivienda habitual de Santo Tomás de las Ollas. A las 00:33 horas, Raquel estiró la mano desde el sofá y llamó al 112 sin que su marido se diese cuenta. La llamada quedó grabada en el servicio de la Junta. Nadie hablaba, se oían gritos y llantos, y el operador registró así la llamada en el chat que da cuenta de las emergencias a la Policía Nacional y a la Local de Ponferrada, como establece el protocolo. "Se escucha a alguien llorar de fondo. Nadie responde. Se oyen gritos de una mujer. El varón intenta tranquilizarla, le dice que quiere estar con ella. Ella grita por favor. Se corta la comunicación". Rellaman, pero nadie contesta el teléfono.

- ¿Saben qué ocurre?, preguntan desde el 112 a la Policía Local de Ponferrada.

- Desconocen qué ocurre, confirman que la dirección es correcta.

"Cuando Muñoz se dio cuenta de la llamada, colgó y estampó el móvil contra la pared. Y me dijo que ni se me ocurriera volver a llamar al 112", ha contado Raquel en varias ocasiones y en su declaración del pasado lunes en la Audiencia.

Este miércoles, en la tercera sesión del juicio a Pedro Muñoz por intentar matar a su ya exmujer, seis agentes de la Policía Local de Ponferrada fueron llamados a declarar como testigos por su intervención de aquella noche en que ninguno acudió al domicilio desde donde se realizó la llamada de auxilio de Raquel Díaz, que dos años después "quedó" parapléjica y con graves daños neurológicos en Toreno. Fue ella misma quien, al salir del coma, contó que ya dos años antes había intentado denunciar a su marido, y quien sembró dudas sobre la estrecha relación entre Muñoz y el jefe de la Policía municipal, Arturo Pereira. "Él ya me dijo que nadie del 112 me haría caso porque lo tenía todo controlado con su poder porque tenía muchos amigos poderosos", declaró Raquel, que señaló directamente a "su amigo Pereira". Por aquel entonces, Muñoz era concejal de Bienestar Social de Ponferrada.

A finales de 2020, el juez de instrucción llamó a declarar a Pereira, que llegó a decir que no entendía por qué Raquel "fabulaba" y que "él había oído rumores de que también Raquel maltrataba a Muñoz".

El Ministerio Fiscal solicitó entonces la deducción de testimonio y la apertura de diligencias por falso testimonio contra los agentes que (no) intervinieron aquella noche en la llamada de auxilio de Raquel. Por eso hay una 'causa paralela' que se tramita en el juzgado número 6 de Ponferrada. Curiosamente, el jefe de los agentes no estaba incluido entre los investigados a petición de la fiscal, al menos hasta este miércoles, en que Raquel Díaz y su letrado han decidido reabrir esta causa y seguir pidiendo explicaciones al intendente jefe de Ponferrada, Arturo Pereira. La defensa de Raquel, ejercida por el abogado Felipe Patiño, solicitará ampliar la causa abierta contra la Policía Local de Ponferrada e incluirá a su máximo responsable.

Fue Patiño quien, en la proposición de prueba para el juicio por tentativa de asesinato a Pedro Muñoz, pidió al tribunal la declaración como testigos de Pereira y otros cinco agentes de Ponferrada. Y fue sólo este abogado el único que este miércoles les interrogaba insistentemente sobre el episodio del 112 que Raquel considera que pudo salvarle la vida. "Si me hubieran asistido, quizá ya no me habría casado, le habría denunciado y ahora no estaría en esta silla de ruedas", se lamenta Raquel.

Ni el intendente ni cinco agentes supieron explicar en el juzgado este miércoles quién transformó el aviso de auxilio de Raquel al 112 en 2018 a "ruido de vecinos". Pereira se desentendió de toda responsabilidad y se la trasladó a sus subordinados. "Eso tendrá que preguntárselo a ellos, yo no estaba allí", respondía machaconamente a Patiño, que no se cansó de repreguntarle una y otra vez para que diera explicaciones convincentes sobre la actuación de los agentes aquel 13 de marzo de 2018.

Pereira es el máximo responsable de la Policía Local de Ponferrada desde hace dos décadas. Es doctor en Derecho y diplomado en Criminología. Da clases de Derecho en la Uned (entre sus alumnos estuvo Pedro Muñoz), pero no supo -o no pudo- explicar por qué no se asistió a Raquel Díaz en aquel momento tan desesperado.

El abogado de Raquel le fue cercando, y Pereira iba perdiendo sus formas suaves iniciales hasta ir subiendo el tono, casi desquiciarse y ganarse varios apercibimientos del presidente de la sala por formular preguntas al letrado y no contestárselas. "Yo no tenía ni idea de todos estos hechos", "Tengo una relación estrictamente profesional y mínima con Muñoz", "No he estado en su casa, no hemos cenado juntos, no hemos ido de vacaciones juntos ni fui a su boda"...

"¿Que el agente pudo ver todo el chat y lo vio? Tendrá que responder él, yo no puedo hacerme cargo", "Yo eso no se lo puedo aclarar si el agente leyó que había una mujer llorando", "No todas las llamadas al 112 son de emergencias" (!!), "Entenderá que no estoy tratando de ocultar nada", "Yo no estaba en el lugar de los hechos", "Es posible que el agente no viera la primera parte del chat del 112", "La operativa fue desde mi punto de vista impecable" (!!), "Si usted me sesga la información, es probable que yo cometa algún error", "Eso se lo tiene que preguntar a otro, yo no estaba"...

Pero Patiño, que es gallego, no se cansaba de preguntar. Ni Pereira de darle largas y mostrarse indignado por tanta cuestión. "Nosotros intervenimos en función del 112", "No recuerdo que yo dijera en instrucción que el titular de ese teléfono era Pedro Muñoz", "En el 112 ese teléfono aparece asociado a la calle Juan de Lama, yo no lo sé", "A mí me aparece asociado a Muñoz", "A nosotros nos sale eso y es donde vamos", "Ese informe se lo pedí al jefe de informática, él se lo va a poder explicar después",  "A ver si consigo hacerme una idea de lo que me quiere preguntar", "Los agentes no localizaron a nadie, pero sí realizaron una búsqueda activa", "Nosotros obramos bajo el criterio del 112", "No le puedo dar otra respuesta", "Usted me pregunta en bucle de forma constante", "Todos los datos de la ficha los cubre el 112, letrado, y sin posibilidad de manipulación por parte de nuestros agentes", "A mí no me puede usted exigir eso, es cosa del 112", "Yo interpreto que puede ser un error de interpretación, no todas las discusiones con gritos se refieren a violencia de género", "Para contestar si me parece correcto calificar los hechos como ruido entre vecinos tendría que haber estado en la sala del Cecor", "El error sería del compañero del Cecor al volcarlo", "Pues no sé qué gestiones hicimos para determinar que Pedro Muñoz era el titular del teléfono"...

Y Patiño, contundente: "Eso es imposible, el titular siempre fue Raquel".

El interrogatorio se prolongó durante una hora en que Pereira iba subiendo de tono y echando balones fuera. 

A por qué se puso en contacto con la familia de Raquel Díaz para pedirles que emitieran un comunicado en defensa de "su honorabilidad" cuando Raquel lo señaló en sede judicial, Pereira aseguró que cuando se le citó para declarar como testigo se fue de allí "con el convencimiento de querellarme contra ella". "Yo no pedí a la familia que viniera a mi despacho (la familia confirma que sí) y tengo un documento en que se me exime de toda responsabilidad en las imputaciones que me hizo Raquel".

El documento al que se refiere Pereira es un comunicado que él mismo pidió redactar a la familia de Raquel y que fue elaborado entre el anterior abogado de Raquel y otro abogado amigo de Pereira, según han confirmado a este periódico desde el entorno de Raquel Díaz.

"Usted ha sacado este tema con muy poco estilo", le espetó a Patiño, "este comunicado se hizo a instancia mía porque quería que se disculparan y utilizarlo en caso necesario".

Los otros agentes tampoco explican

Los interrogatorios a los otros agentes de Ponferrada fueron más breves. Ninguno supo explicar por qué no se atendió a Raquel aquella noche. Ni por qué fueron a un domicilio donde Raquel jamás ha vivido. Ni porqué justo aquella noche no funcionaron las tabletas con las que se pasan los avisos los policías desde la central. Ni por qué figuraba en una nota la inscripción 'Pedro Muñoz' junto a un móvil que nunca fue de su titularidad. Ni por qué alguien dijo a la Policía Nacional que "ya se encargaban ellos del aviso", si no lo hicieron. Ni por qué aquella noche las comunicaciones se hicieron por emisora y no quedaron grabadas. Ni por qué fueron a otro domicilio pero ni siquiera llamaron a ninguna puerta. Ni lo más importante: Cómo es posible que uno de ellos -y por qué inexplicable razón- cambiara el aviso del 112 de 'gritos de auxilio de una mujer que dice por favor angustiada' (el audio estremece) por un simple "ruidos entre vecinos".

Raquel Díaz confía en que las diligencias del juzgado número 6 de Ponferrada se reabran e indaguen sobre el verdadero motivo de que nadie atendiera su llamada de auxilio y si pudo ocurrir algún tipo de manipulación caciquil para que no se atendieran sus llamadas, tal y como su marido le había advertido en muchas ocasiones, como declaró ella misma este lunes.