El sindicato SPPME imagina que está dirigida a "un mayor control interno de los agentes, pero con métodos poco ortodoxos que habrá que investigar"
Muñoz encargó a un forense un singular informe para desacreditar a Raquel Díaz
En 70 páginas, un médico de Valladolid que nunca la examinó asegura que la abogada "padece amnesia, tuvo una precipitación complicada y presenta lesiones graves"
Cuando uno analiza, o le cuentan, versiones que sólo son eso, versiones, puede arriesgarse a llegar a conclusiones que no se corresponden con la realidad, y hasta casi burlarse de lo que le parece una incongruencia, una irrelevancia o una falsedad. Otra opción posible es indagar hasta comprobar que lo que parecía un delirio inventado no lo es. Por ejemplo, cuando Raquel Díaz habló en sede judicial de la deportista Blanca Fernández Ochoa, uno puede pensar que los recuerdos de una mujer maltrecha que acaba de salir de una muerte cerebral a veces 'patinan'. También se puede investigar hasta comprobar que el presunto agresor de la abogada leonesa Raquel Díaz, el expolítico Pedro Muñoz, conoció a la esquiadora y tuvo una estrecha relación con ella durante la estancia de ambos en un centro de alto rendimiento de la provincia de Madrid (Muñoz llegó a ser campeón de España de halterofilia). Puede que Raquel Díaz, parapléjica y con graves daños neurólogicos desde el episodio que sufrió el 27 de mayo de 2020 en Toreno, no fabule como algunos querrán hacer creer al tribunal que juzgará su exmarido.
Una de las pruebas que Pedro Muñoz anunció en su escrito de defensa para su práctica en el juicio que le sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de León a partir del próximo 11 de diciembre por intentar asesinar a su segunda mujer es un abultado informe pericial que ha elaborado un forense de Valladolid. Un forense que ha revisado parte de la documentación del sumario del procedimiento judicial y se ha entrevistado con su cliente, Pedro Muñoz, pero que en ningún momento ha examinado a Raquel Díaz ni lo ha solicitado.
Se trata de un informe fechado el 27 de octubre que ya se ha presentado en la Audiencia y que, en sus 70 páginas, extrae como principales conclusiones que Raquel "presenta secuelas muy graves con presencia de amnesia, cambios de comportamiento, labilidad emocional, función intelectual disminuida, desinhibición y apatía, afasia anómica y disartria; que el mecanismo lesional es compatible con una precipitación complicada; y que los resultados biológicos hallados son totalmente compatibles con una convivencia diaria en la casa". En el tercer punto, se refiere a los restos biológicos hallados en las uñas de Raquel Díaz, que se corresponden con el ADN de Pedro Muñoz, según los informes del laboratorio que los analizó, pese a que Muñoz intentó -ya desde prisión- no someterse a dicha prueba.
El informe médico-legal pericial lo rubrica el mediático doctor Aitor Curiel, conocido por sus intervenciones en programas de televisión como Cuarto milenio o La hora de Sonsoles. Lo más inquietante de este trabajo -elaborado por encargo de Pedro Muñoz, procesado por intentar matar a Raquel- es que el forense vallisoletano no ha conocido nunca a Raquel ni solicitó examinarla antes de escribir sobre cómo se encuentra.
¿Puede un forense informar sobre el estado de una persona a la que ni ha examinado? ¿Puede además no tener en cuenta al hacer sus valoraciones las apreciaciones de otros colegas médicos y forenses que sí han valorado el estado de Raquel Díaz?
Es curioso que, en tantas páginas, Curiel no sólo no da ninguna credibilidad al testimonio de Raquel en sede judicial (cuando se recuperó del coma y quiso contar al juez qué ocurrió la noche en que "quedó" parapléjica) sino que apuntala sus hipótesis únicamente teniendo en cuenta la versión que le ha ofrecido su cliente, Pedro Muñoz, a pesar de tratarse de la persona a quien una de las acusaciones particulares -la de Raquel, ejercida por el letrado gallego Felipe Patiño- imputa no sólo un asesinato en grado de tentativa sino otros siete delitos.
Tampoco parece Curiel dar credibilidad a los informes forenses y médicos elaborados en estos tres años y medio por los numerosos especialistas que han examinado a Raquel Díaz el día de los hechos, los días posteriores o en los meses y años siguientes. ¿Por qué? Curiel sí incluye en el informe apreciaciones de colegas forenses, pero no las tiene en cuenta a la hora de elaborar sus propias conclusiones, a pesar de que él jamás se ha reunido con Raquel para valorar su situación y capacidades.
En ninguna de las 70 páginas argumenta Curiel cómo y de qué manera pudo hacerse Raquel Díaz -sola o en compañía de otros- las diecisiete lesiones que tenía en su cuerpo, aunque sí incluye las descripciones y fotografías de todas ellas.
Un informe forense fechado el 16 de junio de 2020 dice textualmente: "El hematoma en el ojo derecho es debido al choque directo de un objeto contundente, por ejemplo, un puño". Dice también: "La herida inciso-contusa del cuero cabelludo se puede corresponder con un golpe directo con un objeto contundente, aplicando una fuerza considerable", y que las fracturas vertebrales "pueden haberse producido de manera indirecta por el fuerte choque contra un elemento fijo o estático", o que "las lesiones de pies y tobillos pueden ser compatibles con golpes o presiones directas, por ejemplo, con un pie". Y señala también el forense que "todas las lesiones están producidas dentro de la misma situación violenta".
El neurocirujano que intervino a Raquel en el Hospital de León declaró el 14 de septiembre de 2020 en el juzgado que "era un caso difícil de entender", y que "las lesiones recuerdan a una persona que se despeña y cae muchos metros hacia abajo, golpeándose varias veces, muchas lesiones como para responder a una simple caída de una persona joven y físicamente capaz". "Son lesiones que conllevan mucha energía cinética; el cerebro sufre por cizallamiento", refiere el doctor, que piensa que para que las vértebras se acuñen "se requiere una precipitación (?) o algo más violento".
Cabe valorar que las hipótesis forenses que no tiene en cuenta Curiel sí encajarían -casi a la medida- con algunos de los detalles que sí recuerda Raquel, que a pesar de las secuelas neurológicas que padece siempre ha mantenido una misma versión general, aunque a veces un tanto deslavazada y con algunos errores o confusiones: Raquel insiste en que Muñoz y ella habían discutido el día antes, en plena pandemia del coronavirus, porque ella -hipocondriaca- no quería que Muñoz -que había sufrido un infarto- fuera al Ayuntamiento a hacerse una foto para la prensa, y que temía que se viera allí con "una de sus amantes"; que ese miércoles apenas hablaron; que a mediodía ella pasó por la vivienda que compartían en Santo Tomás de las Ollas para recoger ropa y que luego le recogió a él en el Consistorio de Ponferrada, donde era concejal; que fueron a por una empanada berciana a la panadería Liébana, para comer ese día; que luego ella tomó el sol; que se duchó; que ella no quiso bajar a cenar y se puso a hacer las maletas para irse de casa al día siguiente, "harta de que él diera más importancia a todo/s que a mí"; que él "se enfureció" cuando la vio en el dormitorio recogiendo sus cosas y llenando dos maletas; que él le gritó y le agarró por el cuello con una mano, "como tantas veces", arrastrándola hasta la terraza del dormitorio; que ella se agarró a los brazos de él, "clavándole las uñas sobre su piel"; que la levantó por la barandilla y la lanzó hacia el pozo; que, una vez abajo, él la golpeó con un palo y le profirió "un puñetazo en la cara y golpes y patadas por el cuerpo", mientras le preguntaba "si estaba viva" y le aseguraba que "de aquí no te vas si no es muerta". Que después la arrastró al interior de la vivienda, la subió al sofá "y me cambió de ropa". No había sangre en la ropa que Raquel vestía cuando fue asistida por los sanitarios del 112. "Quizá no recuerdo todo, pero es imposible que me olvide de ese día", insiste Raquel, que continúa ingresada en un centro sociosanitario de Castilla y León, rodeada de ancianos y enfermos psiquiátricos, a la espera de que le concedan plaza en uno más adecuado a su edad y condición personal. Cuando arranque el juicio, habrán pasado 1.263 días desde que su vida se partió en dos partes.
En el informe que elabora Aitor Curiel se hace hincapié en las "innumerables afirmaciones de Raquel que son objetivamente erróneas, confusas, incongruentes, incoherentes e incluso falsas" durante su declaración en el juzgado y en la reconstrucción de los hechos (octubre y noviembre de 2020, sin tener en cuenta que Raquel declaró poco después de sobrevivir a varias operaciones y un coma, tras haber superado una muerte cerebral, según consta en algunos informes médicos), porque ella declara cosas como que Muñoz "iba a tirarse a una tía", "el balcón no era así antes", "la viga negra no estaba cuando ella se cayó ese día", "Raquel dice que mide 1,80", "que el marido la cogió por el cuello con dos manos", "la barandilla blanca era en realidad de forja". Cabe recordar que poco después de sobrevivir a lo que fuera que ocurrió aquella tarde de 2020 en Toreno, Raquel Díaz fue denunciada por su entonces aún marido por "falso testimonio".
En los informes biológicos del servicio de criminalística de la Guardia Civil sobre restos de sangre que había en la casa, una vez analizados se concluye que son de Pedro Muñoz y Raquel Díaz. Respecto a la identificación genética realizada a partir de los restos hallados en las uñas de Raquel (Muñoz, ya en prisión, se negó en un principio a que le tomaran muestras para comprobar si esos restos biológicos se correspondían con su ADN), los informes del haplotipo de varón lo señalan a él, como hay otros que determinan que los seis pelos hallados en el canalón del tejado ("donde se observa una pequeña abolladura") pertenecen a Raquel Díaz.
Detalla Curiel en su informe que el 16 de diciembre de 2022 mantuvo una entrevista clínica con Muñoz, "quien me informa que Raquel se subía habitualmente a los tejadillos de delante y detrás de la vivienda y me aporta fotografía que lo demuestra". "También me informan" (no precisa quiénes) de que tenían un gato que se subía mucho a los tejados y que Raquel en ocasiones iba a cogerlo subiéndose al tejadillo".
También asegura Curiel (no explica cómo puede él saberlo salvo que se lo haya contado Muñoz) que "Raquel fue trasladada en brazos a la parte trasera de la vivienda, y no fue arrastrada en ningún momento", a pesar de que los informes y las fotografías acreditan que algunas de sus lesiones en las extremidades se produjeron por arrastre.
Más sorprendente aún es que el forense Curiel se atreva a hablar de "ausencia de localización de ningún palo con sangre de Raquel y ausencia total y absoluta de lesiones en Pedro". ¿No se le ocurre al firmante del informe la posibilidad de que hay quienes hacen desaparecer pruebas de la escena del crimen? ¿Por qué se atreve Curiel a afirmar que "Muñoz tiene ausencia total y absoluta de lesiones", si no lo examinó el 27 de mayo de 2020, sino el 16 de diciembre de 2022? ¿Obvia el forense de Valladolid que nadie examinó a Muñoz entonces, aunque sí se encontraron restos biológicos en las uñas de Raquel, restos que luego el laboratorio confirmó que eran inequívocamente de él?
Otra hipótesis de Curiel que probablemente busque desacreditar a Raquel: señala que "su lesión periumbilical era previa a los hechos y derivada de un antiguo piercing", como acredita una foto que ha presentado como prueba Muñoz en la Audiencia, y todo ello para desmentir el relato de ella de que Muñoz la disparó en la tripa "ese y otros días", según relata ella. La Policía Judicial sí encontró en la finca una pistola de perdigones y una caja de esta munición, por lo que ¿cómo se puede descartar que el recuerdo de Raquel sea cierto, en esa y/o en otras ocasiones?
Según Aitor Curiel, "la altura de la barandilla de la terraza del dormitorio de la pareja, junto con la altura de Raquel y la distancia de 4 metros en horizontal sobre el lugar de localización de la misma hacen altísimamente improbable que la caída fuera desde la terraza". ¿Cómo acredita el forense dónde se localizó a Raquel y que lo que ocurrió fue una caída, si es que no basa sus teorías únicamente en la versión que le ha dado Muñoz, que por otra parte ha ofrecido varias versiones a los diferentes testigos?
Respecto a la presencia de material genético compatible con el perfil de su cliente en las uñas de Raquel, Curiel considera que "no necesariamente guarda relación con el presunto delito, puesto que Raquel y él estaban casados y convivían juntos, por lo que la transferencia de material genético entre ambos es inevitable y esperable". ¿Porque estaban casados? ¿Acaso por convivir una pareja juntos tiene lógica tener restos del otro debajo de tus uñas? ¿No se debería contemplar la posibilidad de que el relato de ella sea cierto, que ella le clavó las uñas en los brazos en un intento desesperado de que no la agrediera, como en otros episodios de violencia entre la pareja debidamente acreditados en este procedimiento judicial?
En la vista oral contra Pedro Munoz no se tendrán en cuenta especulaciones mejor o peor intencionadas sino hechos probados, porque un juzgado nada tiene que ver con un plató de televisión. La comparecencia de Aitor Curiel en el juicio contra el exconcejal de Ponferrada será sin duda una de las más reveladoras de la vista oral, aunque sólo sea para comprobar cómo explica -como experto forense- las hipótesis que detalla en su rocambolesco informe pericial, en el que da por probados detalles que únicamente le ha relatado el presunto agresor de Raquel Díaz.
Quién es Aitor Curiel
Ha intervenido en varios programas de televisión para comentar casos como crimen de Daniel Sancho en Tailandia. El médico forense Aitor Curiel suele comentar casos mediáticos en espacios como 'Cuarto milenio', 'Horizonte', o 'Ahora Sonsoles'. En los programas en que colabora lo han definido como 'un Sherlock del siglo XXI' o 'el enemigo del crimen perfecto'.
En su propia página web, Curiel se define como "creador y precursor de la huella de oreja como método de identificación", y relata que es doctor por la Universidad Camilo José Cela de Madrid y que obtuvo el sobresaliente 'cum laude' con la tesis 'La huella de oreja como método de identificación humana'.
También señala que es académico corresponsal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid desde 2015; miembro de la Academia Internacional de Medicina Legal; exvicepresidente de la Sociedad Española de Criminología y ciencias forenses; miembro de número de la Sociedad Española de Medicina Legal y Forense; miembro de la Sociedad Española de Valoración del daño corporal. "Experto y profundo investigador del suicidio".
En otro incidente en la misma zona fueron rescatados ilesos a otros dos varones que fueron encontrados a las 1:09 horas con síntomas de hipotermia y agotamiento
Ingresados otros dos menores de once y ocho años y una pareja de 40 y 38 años
La niña quedaba a su cuidado cuando el padre trabajaba y el acusado apeló llamando a la niña "mentirosa experimentada"
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Quién es Aitor Curiel
Ha intervenido en varios programas de televisión para comentar casos como crimen de Daniel Sancho en Tailandia. El médico forense Aitor Curiel suele comentar casos mediáticos en espacios como 'Cuarto milenio', 'Horizonte', o 'Ahora Sonsoles'. En los programas en que colabora lo han definido como 'un Sherlock del siglo XXI' o 'el enemigo del crimen perfecto'.
En su propia página web, Curiel se define como "creador y precursor de la huella de oreja como método de identificación", y relata que es doctor por la Universidad Camilo José Cela de Madrid y que obtuvo el sobresaliente 'cum laude' con la tesis 'La huella de oreja como método de identificación humana'.
También señala que es académico corresponsal de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid desde 2015; miembro de la Academia Internacional de Medicina Legal; exvicepresidente de la Sociedad Española de Criminología y ciencias forenses; miembro de número de la Sociedad Española de Medicina Legal y Forense; miembro de la Sociedad Española de Valoración del daño corporal. "Experto y profundo investigador del suicidio".