La sociedad es muy difícil de entender sin arte, y sobre todo cuando esta evoluciona a un ritmo impensable desde hace unos años. El arte contemporáneo evoluciona aún más rápido que la sociedad, no obstante, muchas veces este usa los recuerdos o el pasado para crear un nuevo concepto. De esta manera el arte que evolucionó con las generaciones pasadas se reinventa y llega a una fase "2.0". 

El Museo de León acoge desde este mismo jueves una de esas exposiciones, 'Arqueología, nexo y sedimento', presentada esta mañana por la delegada territorial, Ester Muñoz, el director del museo, Luis Grau y el colectivo ZART, formado por Clara Isabel Arribas Cerezo, Pilar Duque González, Juan Gil Segovia y José María Marbán. 

La exposición se enmarca, entorno a tres pilares principales, los que le dan el título a la misma. El primero arqueología se entiende gracias a la recuperación de la obra y los objetos de José Antonio Arribas, así se asimila la creatividad y se genera un discurso con las piezas del artista que cuadra perfectamente con la actualidad. 

José Antonio Arribas, como su obra, es el detonante para la creación de esta exposición, todo nace de la última foto en la que el artista aparece con una de las obras de José María Marbán que se muestra en la exposición actual. La recopilación recoje los documentos y obras del artista madrileño, que desarrollo buena parte de si vida en Árevalo.

El segundo es el nexo, como indica la palabra este se usa para unir. El objetivo de la unión es trazar relaciones entre los integrantes de ZART con las obras o con las personas y trazar las mismas relaciones entre la obra y las personas. De esa manera hablan los artistas, muchas veces a través de su obra puedes conocer a la persona que hay detrás de la misma y lo que sentía cuando realizaba la misma. 

Por último, en la exposición se encuentra el sedimento, este es el que trae consigo la reflexión. Una reflexión que trae ideas consigo sobre la magen artística que emerge en el presente como nuevo objeto cultural fruto de la sedimentación histórica. Estos tres ejes conforman una misma idea, la exposición. 

REFLEXIONES DE LOS PRESENTES

Lo mejor de las inauguraciones es poder compartir la primera visita con los comentarios del artista, como una de esas peliculas antiguas con los comentarios del director. Estas visitas desgranan todos y cada uno de los pequeños detalles de cada pieza montada. La primera en tomar la palabra fue Ester Muñoz. 

La delegada territorial declaró que "si algo tiene el arte es la capacidad de remover conciencias, cambiar lo establecido y hacer que nos preguntemos sobre todo". "Lo que busca esta exposición es plantearnos como son los museos y si la historia que se refleja en los mismos es la que tiene que ser", comentó Muñoz. 

Juan Gil, como comisario de la exposición y miembro del colectivo, fue el encargado de realizar un pequeño resumen de la misma. Tras explicar el contenido de la misma, Gil calificó su discurso como "breve" pues según comentó, "la exposición daría para un conferencia". 

Después todos pasaron a la sala 2, donde está el 'nexo': la fotografía de Arribas. En esta sala también se encuentran las piezas que componen 'arqueología', entre las que destaca la composición que forma la fotografía del "último viaje que hicimos junto a José Antonio". Sin embargo, la obra que más llama la atención es la única que si que es realmente arqueológica. 

Las miradas pasaron de 'arqueología' a 'sedimento', un nombre francamente bien escogido pues aunque la composición la forman fotografías esta, busca o tiene su dirección hacia la pintura. Las fotgrafías se deforman como si el agua hubiese destrozado una pintura de Picasso. A través de capas, juego con los contrates y el agua como pincel nacen las obras de José María Marbán.