Talleres sobre el etiquetado de los alimentos, impresión 3D, la generación de electricidad y alimentación saludable; charlas y conferencias sobre resistencia a antibióticos, plantas, alergias. 70 propuestas de divulgación científica que la Universidad de León ofreció en el marco de la XX edición de la Semana de la Ciencia de Castilla y León.

Organizada por la Unidad de Cultura Científica e Innovación de la ULE, el programa congregó un total de 109 investigadores y registró la participación de 1595 estudiantes de Secundaria y Bachillerato, Universidad y público en general, de centros de León y Ponferrada.

En esta edición, se incrementó el número de actividades respecto a las del año pasado en el Campus de Ponferrada, allí se celebraron seis actividades sobre alimentación saludable y sostenible, termografía y sus aplicaciones en ingeniería, cata de mieles, visualización estereoscópica del relieve con Anaglifos y Estereoscopio, y acercamiento al entrenamiento funcional y postural de cuerpo a través del trabajo específico de la musculatura intrínseca del pie.

De forma paralela en el Campus de Vegazana, el alumnado universitario participó en diversas propuestas como las impulsadas en el ámbito de la economía y la ingeniería industrial. Los estudiantes de institutos de Educación Secundaria asistieron a varias actividades en el Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y en laboratorios de la Facultad de Veterinaria, donde pudieron conocer el quehacer diario de los investigadores de la ULE y el potencial científico que atesora la institución leonesa.

Aunque el programa global estaba dirigido a estudiantes de Secundaria, Bachillerato, Universidad, en esta edición se incluyó una única propuesta enfocada para el profesorado de etapas previas a la universidad. El taller sobre autodiagnóstico de una buena práctica docente para el aprendizaje de la lectura y la escritura, celebrado en la Facultad de Educación, permitía identificar si las actividades de lectura y escritura realizadas con el alumnado reúnen rasgos de lo que la evidencia científica establece que es una buena práctica docente.

El objetivo de la iniciativa era fomentar la cultura científica en la ciudadanía, favorecer la incorporación de los investigadores a los entornos de divulgación de la ciencia, ademá de acercar a la sociedad la actividad de las instituciones y de las empresas de la comunidad autónoma.

El proyecto está coordinado por el Parque Científico Universidad de Valladolid, en colaboración con la Fundación Universidades y Enseñanzas Superiores de Castilla y León (FUESCYL), y en esta ocasión el programa fue posible gracias a la colaboración de 27 organismos e instituciones que permitieron ofertar en la Comunidad un total de 360 actividades.