circle
Clásico

Los peligros de la llegada de la lava al mar: Irritación respiratoria, en la piel y en los ojos

Cuando la lava se encuentre con el mar, con una temperatura superior a los 1.000ºC frente a los 20ºC del agua, se produce un choque térmico que genera columnas de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico. 

Los peligros de la llegada de la lava al mar: Irritación respiratoria, en la piel y en los ojos
Lectura estimada: 1 min.

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha advertido este lunes de que la llegada de la lava al mar en la costa del municipio de Tazacorte, se prevé a lo largo de esta jornada, puede provocar dificultades respiratorias, especialmente en personas con enfermedades respiratorias preexistentes y episodios de irritación en la piel y los ojos, en caso de inhalación o contacto de gases y líquidos ácidos.

 

Cuando la lava se encuentre con el mar, con una temperatura superior a los 1.000ºC frente a los 20ºC del agua, se produce un choque térmico que genera columnas de vapor de agua cargados con ácido clorhídrico (HCl) como consecuencia del importante contenido de cloruro (Cl-) en el agua de mar.

 

Estas columnas de vapor de agua, de un color blanquecino, precisan desde Involcan, también contienen a su vez diminutas partículas de vidrio volcánico como consecuencia de la reacción que se produce entre la lava y el agua de mar.

 

Estas columnas de vapor de naturaleza ácida como consecuencia de la generación de ácido clorhídrico (HCl) representan un peligro local para las personas que visitan o se encuentran en la zona costera dónde se produce ese encuentro entre la lava y el mar.

 

No obstante, apunta que "no se trata de una columna o penacho volcánico tan energético como el que tiene lugar en el cono volcánico donde se está produciendo un jet de gases volcánicos ácidos que se inyectan a la atmósfera con tanta energía que llegan a alcanzar los 5 kilómetros de altura".

 

Por lo tanto, el Involcan comenta que las columnas de vapor generadas por el encuentro entre la lava y el mar son unos penachos volcánicos menos energéticos y el régimen de vientos en la zona dónde se producen contribuye a la dispersión de estas columnas.