España cuenta en estos momentos con alrededor de 3.000 personas acogidas a la jubilación flexible
La nueva tarjeta sanitaria contará con caracteres en braille para las personas con discapacidad visual
El real decreto establece un plazo de 18 meses para que las comunidades autónomas se adapten a los nuevos requisitos
La tarjeta sanitaria individual actualizada, aprobada en Consejo de Ministros y que entra este jueves en vigor, reúne condiciones de accesibilidad para personas con discapacidad como son los caracteres en braille en el ángulo inferior derecho en las tarjetas en soporte físico.
Este martes el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que actualiza la tarjeta individual en el Sistema Nacional de Salud y permite su emisión en formato virtual, además del tradicional soporte físico. El real decreto, que establece un plazo de 18 meses para que las comunidades autónomas se adapten a los nuevos requisitos, busca facilitar el acceso de las personas a los servicios sanitarios, especialmente en sus desplazamientos a otras autonomías, en situaciones de emergencia o pérdida de la tarjeta física.
Además, el real decreto dispone que las administraciones sanitarias, de conformidad con la normativa nacional y autonómica, garanticen la accesibilidad de las personas a la tarjeta sanitaria individual. En cuanto al soporte virtual, se asegura "la accesibilidad en los sitios web y aplicaciones para dispositivos móviles del sector publico".
Con estos requerimientos se atienden las demandas del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) de extender la accesibilidad a la tarjeta sanitaria "ya que es un elemento de uso masivo que tiene relación con el bien básico de la salud y la atención sanitaria".
El presidente de la Conferencia Episcopal Española recuerda que una de las últimas palabras regaladas por el pontífice fue la de "esperanza" como don de Dios
"Un hombre de paz y de diálogo" y un ejemplo que "es hoy más necesario que nunca", entre los mensajes tras conocerse su fallecimiento
Fueron cinco días en los que el PSOE entró en shock creyendo que era posible su marcha a la vez que pedía a su líder que no tirara la toalla