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Las pantallas táctiles de Renault: su historia de ergonomía y diseño

Desde la comercialización de la cuarta generación de Clio y Zoe en 2012, los vehículos Renault acogen en el centro del salpicadero una pantalla multimedia táctil

Las pantallas táctiles de Renault: su historia de ergonomía y diseño
R.C.G.T
R.C.G.T
Lectura estimada: 6 min.

Integradas en el centro del salpicadero de la mayoría de los vehículos modernos, las pantallas GPS y multimedia comenzaron a reemplazar a las radios tradicionales a principios de la década de 2000. En aquel entonces se controlaban mediante mandos físicos. Luego, para una mejor ergonomía y dado que los avances tecnológicos lo permitieron, estas pantallas pasaron a ser táctiles.

Un joystick en la punta de los dedos

En 2013 fue cuando llegó al mercado Clio IV, pero también Zoe, los dos primeros modelos Renault equipados con una pantalla táctil central. En aquel momento, su pantalla de 7" permitía al conductor controlar el sistema multimedia R-Link y acceder a los ajustes del coche, a la radio e incluso a la navegación de forma centralizada. Todo al alcance de la mano.

Antes de una transición total a las pantallas táctiles, el joystick que hasta entonces servía para controlar las pantallas centrales no táctiles fue mejorado, ese mismo año, con un eje multidireccional para facilitar la navegación en la interfaz multimedia R-Link. Esta nueva característica se ofreció en Scénic XMOD y en la gama Megane, mientras que en Espace IV se desarrolló un reposamanos para facilitar el uso del joystick y, por tanto, de la pantalla.

A lo largo de los años, Renault ha seguido desarrollando las pantallas táctiles de los habitáculos de sus modelos, haciéndolas más grandes, más receptivas y más sofisticadas.

Tras los pasos del teléfono inteligente

Al igual que los teléfonos inteligentes, las pantallas táctiles de los vehículos se han vuelto más receptivas a lo largo de los años, especialmente porque "detrás del cristal", los procesadores y la memoria que ejecutan los sistemas multimedia se han vuelto cada vez más potentes. El ecosistema que hace funcionar las pantallas también ha progresado con funciones avanzadas como la conectividad, el control por voz y la compatibilidad con asistentes virtuales. Asimismo, las aplicaciones a bordo se han multiplicado para ofrecer una experiencia enriquecida y cada vez más personalizada.

En términos de forma, 2014 marca un gran cambio, muy alejado de los estándares automovilísticos de la época: la quinta generación de Renault Espace está equipada con una pantalla táctil vertical, –y ya no horizontal– de 8,7", siempre con el objetivo de ofrecer a los usuarios una experiencia similar al uso de un teléfono inteligente. Gracias a la conectividad, esta pantalla proporciona acceso a previsiones meteorológicas, información del tráfico en tiempo real y búsqueda local.

Stéphane Maiore recuerda la época de las primeras pruebas: "En 2010 pegamos un iPad al salpicadero con cinta adhesiva para ver las posibilidades de un formato vertical. Fuimos los primeros en lanzar pantallas en este formato con esa orientación".

Esta posición vertical de la pantalla táctil multimedia se extendió rápidamente a toda la gama: Megane IV (2016), Koleos II (2017), Clio V (2019) y Captur II (2019) también la llevan, demostrando una mayor rapidez de interacción y la mejor visualización de los mapas frente a un formato horizontal.

Doble pantalla openR: el apogeo de la experiencia

Al mismo tiempo, los diseñadores ya estaban pensando en el siguiente paso, sabedores de la velocidad a la que evolucionaban las tendencias digitales. Las dos tendencias esenciales de la época fueron la llegada de una segunda pantalla en el salpicadero, orientada al conductor, y la exigencia de una ergonomía mejor y más segura.

Así se desarrolló una nueva forma de pantalla que integraba tanto la del salpicadero como la pantalla multimedia: la "doble pantalla todo en uno" en forma de L invertida que se probó en concept-cars como TreZor (2016), Symbioz (2017) y Morphoz (2019).

Esta se propuso por primera vez en 2022 en un modelo de serie: Megane E-Tech 100% eléctrico. Se bautizó como openR y el resultado fue impactante. La pantalla openR se compone de un monitor vertical de 12’’ y de un monitor horizontal de 12,3’’ que abarcan una superficie de 774 cm2.

Funcionalidad, estética y elegancia fueron las tres palabras claves en el diseño de esta pantalla OpenR: "Con la pantalla openR queríamos centralizar un único sistema en un solo objeto. Todo ello con una pantalla dedicada a la conducción y una pantalla dedicada al multimedia", explica Marc Pinel. Su inspiración dio origen a una verdadera simbiosis entre el sistema digital y la configuración de la pantalla, donde "todo está en su lugar".

Más allá del aspecto práctico, su diseño trasciende el simple "objeto utilitario" para convertirse en una verdadera expresión emocional. Cada vez que se abre la puerta, esta pantalla atrae la mirada, como un recordatorio constante de la alianza entre tecnología y estética que define la era Renaulution.

openR link, su sistema operativo, es fruto de esta filosofía. Al simplificar los menús y la navegación en pantalla, reduce el número de operaciones y proporciona un acceso instantáneo a las funciones esenciales. Se trata de avance importante en la ergonomía interior del automóvil que libera al usuario de obstáculos innecesarios.

La experiencia del cliente, impulsora de innovaciones

La verdadera revolución con la nueva forma de la pantalla openR radica en comprender y tener en cuenta los hábitos y necesidades del usuario.

En esta búsqueda constante de mejora e innovación se adoptó un enfoque práctico para este proyecto: se movilizaron grupos de clientes para probar los prototipos de forma rápida y regular. "Durante la fase de desarrollo de Megane E-Tech 100% eléctrico y de la pantalla openR se realizó en el taller una maqueta de habitáculo estático para fines de pruebas con usuarios reales», relata Marc Pinel. Este enfoque permitió recopilar comentarios valiosos para adaptar los desarrollos en consecuencia, según un proceso de mejora continua.

Marc Pinel revela que, ante el dilema entre el sistema de a bordo y sus aplicaciones móviles favoritas, muchos clientes probadores del panel seguían prefiriendo la comodidad de su teléfono inteligente colocado en el salpicadero. Para openR, la solución era entonces obvia: integrar estas aplicaciones habituales en el ecosistema del coche, ofreciendo así una experiencia de conducción más cercana a la de nuestros dispositivos y, sobre todo, un uso muy cómodo.

Comprender estas necesidades implica sumergirse en el mundo digital, donde las tendencias evolucionan a una velocidad vertiginosa, contrastando con el ciclo de renovación del automóvil. "Entre Clio IV y V, hubo seis generaciones de iPhone», recuerda Stéphane Maiore para ayudarnos a comprender esta situación.

¿Cuál será el futuro de las pantallas?

La doble pantalla openR, hoy en día símbolo de innovación, no necesariamente se adapta a todas las necesidades y a todos los vehículos En el recién estrenado Renault 5 E-Tech 100% eléctrico, la pantalla de a bordo de 10,1’’ y la pantalla multimedia de 10’’ vuelven a un posicionamiento horizontal.  ¿Por qué motivo? Para ser coherente con su diseño interior compuesto por un salpicadero completamente horizontal, y por supuesto, en aras de la ergonomía.

El dicho "munca dos sin tres" cobra todo su significado cuando descubrimos la singular pantalla panorámica de tres monitores de Renault Grand Koleos, modelo presentado recientemente en el mercado coreano. Esta pantalla táctil mantiene una posición horizontal, pero se extiende hasta el pasajero para integrarlo plenamente en la experiencia multimedia a bordo.

"La pantalla puede ser una fuente de distracción, de ahí la importancia de su ubicación. Por eso, la próxima generación de pantallas priorizará la seguridad, para minimizar las molestias en la visión periférica". Marc Pinel. A este desafío se suma la necesidad de adaptar constantemente la forma de las pantallas para mantenerse al día con los desarrollos digitales, garantizando al mismo tiempo una experiencia de usuario óptima y segura.

El futuro de nuestros puestos de conducción se perfila en una búsqueda perpetua de innovación, adaptación y seguridad, al servicio de una experiencia de conducción cada vez más ergonómica, fluida e intuitiva. El análisis crítico de nuestros conceptos actuales nos empuja a mirar el futuro con lucidez: quizás algún día será necesario ocultar las pantallas para conciliar accesibilidad y discreción.