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"Carrasco habría acabado con las esposas puestas y en un coche de la Guardia Civil"

El periodista Javier Calvo presenta 'Yo, Isabel', una radiografía sobre la controvertida política Isabel Carrasco, asesinada hace ahora una década

"Carrasco habría acabado con las esposas puestas y en un coche de la Guardia Civil"
Susana Martín
Susana Martín
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El periodista Javier Calvo (León, 1965) ha esperado una década para trazar un singular perfil de una de las figuras políticas más controvertidas de la historia de León, Isabel Carrasco, que fue asesinada a tiros el 12 de mayo de 2014 cuando se dirigía a la sede de su partido, el PP. Tres mujeres fueron condenadas por este crimen que dejó la ciudad entre perpleja y muda.

Diez años después de aquella tarde que conmocionó al país, Javier Calvo habla sin pelos en la lengua sobre las presiones que él mismo sufrió de la temida presidenta de la Diputación, sobre las teorías conspiranoicas del crimen o sobre el gran enigma de la presidenta, su herencia.

Calvo cree que la policía condenada en el caso fue algo así como "engañada" y no compra la versión del acoso sexual a Triana que ella misma contó en el juicio. Del papel de la autora material de los disparos (Montserrat), de la hija (Triana) y de la amiga de ésta (Raquel) hablará este periodista este viernes durante la presentación de 'Yo, Isabel' (ed. Eolas). Tendrá lugar a las 19:30 horas en la Fundación Sierra Pambley y con el periodista Pedro Trapiello como maestro de ceremonias.

Pero antes de eso, tras unas horas 'bebiéndonos' el libro sin poder parar, Javier Calvo no se salta ninguna de las preguntas que le plantea Tribuna León. Vamos allá.

- Este libro llega una década después del asesinato de Isabel Carrasco. ¿Cuánto tiempo lleva preparándolo?

- Con una mayor intensidad, los ocho últimos meses, pero con un trabajo de campo que se extiende a los dos últimos años.

- ¿Cuál es su objetivo? Por qué ahora?

- Ha pasado una década desde el crimen de Isabel Carrasco, diez años que permiten una mirada reflexiva y serena, más que sobre el acto criminal, atroz en todo caso, sobre el entorno de la entonces presidenta de la Diputación.

- Para documentarse y recabar más información, ¿con cuántas personas ha hablado? ¿Ha sido fácil, o sigue reinando el silencio o el temor sobre ella, como ocurría en vida?

- El libro resume cerca de medio centenar de entrevistas mantenidas en los dos últimos años, y algunas previas a ese tiempo. Para cerrar este libro me he sentado con políticos, entre ellos cargos del Partido Popular de primer nivel, actores sociales, funcionarios y exfuncionarios de la Diputación Provincial de León, cargos de confianza de la propia Isabel, representantes de entidades financieras, empresarios, en su mayoría vinculados al sector de la construcción, agentes sociales y funcionarios de prisiones. También, y no es una cuestión de menor relevancia, quienes durante un tiempo formaron parte de su núcleo más próximo, de su escasa pero imprescindible 'guardia pretoriana'. ¿Fácil? No, no lo ha sido. En algunos casos hay una especie de 'obediencia debida' que sólo se ha superado salvaguardando su confidencialidad.

- ¿Ha tenido algún problema para escribir sobre un personaje tan controvertido en León?

- En general, no. Ha habido algún mensaje como "no remuevas todo aquello", "lo que ha pasado ya no importa", "hay que pasar página"... Mensajes, pero sin una presión que fuera insoportable.

- Se centra sobre todo en la polémica figura de Isabel Carrasco y cuenta algunas experiencias complicadas que vivió con ella. ¿Cuándo empezaron sus problemas con la presidenta?

- Esencialmente, cuando Leonoticias, el periódico del que entonces era director, contaba todo aquello que nadie contaba: los problemas en el partido, las oposiciones en la Diputación, el caso de los kilometrajes, los primeros abucheos públicos a los que tuvo que enfrentarse... Todos callaban, nosotros no. Y eso nos convirtió en un objetivo principal para Carrasco.

- ¿Qué fue lo más duro que le tocó vivir relacionado con ella?

- Las amenazas, los mensajeros, las presiones directas e indirectas, aquellos enviados especiales que te hacía llegar para trasmitirte que "o dejas de publicar todo eso, o va a acabar con vosotros".

- Usted y Leonoticias destaparon el asunto de los kilometrajes, pero la sentencia del Constitucional llegó después de la muerte de la presidenta…

- Ese un caso judicial excepcional. Carrasco entró de lleno en la vía judicial para frenar las informaciones de Leonoticias. Puso todo el empeño en ese camino, singularmente y tras su muerte fue la Fiscalía quien mantuvo el caso abierto. Hoy, y gracias al empeño personal de Mario, mi abogado, todo el periodismo goza de una sentencia favorable obtenida en el Constitucional y que nos da cobertura en el caso de publicaciones comprometidas. De verdad que es un caso único y una sentencia pionera.

- ¿Qué final político cree que hubiera tenido Carrasco si no la hubieran asesinado? Poco después detuvieron a Barazón, su sucesor…

- Habría acabado, con seguridad, con las esposas puestas y en el asiento posterior de un coche de la Guardia Civil. Las investigaciones por la Operación Púnica la afectaban de lleno, como quedó demostrado en el juicio. Marcos Martínez pagó los platos rotos.

- ¿Por qué los medios de León nunca han contado en profundidad el control y las presiones de Carrasco sobre casi todos ellos?

- Carrasco supo comprar los silencios cómplices. Había muchos intereses entrecruzados, esencialmente económicos. Había relaciones tan estrechas con los editores que no había posibilidad alguna para que los periodistas hicieran su trabajo.

- ¿Compraba Carrasco de alguna manera la línea editorial de los medios a base de repartir a su antojo la 'tarta' publicitaria?

- Absolutamente. Ella utilizó la publicidad institucional como elemento de coacción, y no se escondía. Compró el entorno y el entorno, el periodístico, estaba a su servicio. Seguramente hoy, diez años después, habrá quien evite la cuestión, pero la compra de medios en León fue insoportablemente real.

- ¿Dónde tenía Carrasco más enemigos, en su partido o en los otros?

- En el suyo, claramente. Para llegar a la presidencia pisoteó sin escrúpulos a muchos de sus compañeros. Ese "conmigo o contra mí" que practicaba generó en el PP una situación explosiva.

- ¿Sigue siendo, aun muerta, una figura temida?

- Creo que sigue siendo una mujer admirada en algunos sectores. De tarde en tarde le sale algún mal imitador. Afortunadamente, el terreno judicial ha vuelto a levantar muchas líneas rojas que ella se saltó de forma arbitraria.

- ¿Se sabrá algún día qué ocurrió con su herencia y si era tan cuantiosa y oscura como se ha rumoreado siempre en León?

- Me temo que no, creo que eso es imposible.

- ¿Cuál es la principal novedad que cuenta usted en este libro?

- Redefine el entorno, cambia el foco, recrea el contaminado entorno social, mediático y político que Isabel Carrasco generó. Hablan empresarios y políticos que nunca lo habían hecho y nos cuentan cómo eran aquellos mundos.

- ¿Cree que hay algún enigma sobre el caso que nunca sabremos?

- Creo que hay muchos secretos que se fueron con Isabel Carrasco, muchas fichas que se quedaron pendientes de un último movimiento en el tablero. Ella era ambiciosa, mucho, y tenía un objetivo más allá de León y la Diputación. En eso estaba.

- ¿Cree que hablarán antes o después las tres condenadas?

- Raquel Gago no lo creo. Sé que no es compartido lo que digo, pero la considero una víctima en todo esto. Montserrat y Triana, tengo la completa certeza de que hablarán. Incluso casi tengo claro a quién le darán la primera entrevista.

- ¿A cuál de ellas le gustaría entrevistar a usted?

- A las tres, sin dudarlo.

- ¿Cree que el juicio fue justo, que se esclareció todo lo que se tenía que esclarecer?

- En esencia, sí. No creo que se quedara nada sin esclarecer. Si acaso, Raquel Gago tendría que haber elegido otra línea de defensa, le habría ido mejor. Era culpable por incompetencia, pero nada más. Se llevó la peor parte, sin ser merecida.

- ¿Qué cualidades destacaría usted de Isabel Carrasco?

- Indomable, inagotable, determinante, ambiciosa y decidida.

- ¿Y qué era lo peor que tenía en sus relaciones con la prensa?

- Sabía que la prensa estaba a su servicio. Si te salías del guión, estabas liquidado. Como en el terreno político, era "con ella o contra ella". Jamás entendió que nosotros no jugáramos a eso.

- Hubo una serie sobre el caso, 'Muerte en León', un trabajo periodístio a mi juicio extraordinario que insinuó que había cabos sueltos en la investigación… ¿Qué cree usted? Aquellas llamadas continuas de Triana a un asesor del gobierno de Herrera…

- Con todo el cariño y el respeto a quienes realizaron la serie, no comparto nada de lo que en ella se argumentó. Bajo mi punto de vista, es un mal producto que no responde a la realidad. Es una fantasía pensada para vender en las plataformas de pago, sin más.

- ¿Carrasco tenía amigos, cree que se fiaba de alguien?

- No, de nadie. Los amigos de hoy eran los enemigos de mañana. Y sólo eran amigos mientras aplaudían sus acciones.

- Pero fuera de aquí cuesta creer que fuera tan poderosa como se la pintaba en León...

 - Seguramente era más poderosa de lo que se ha descrito.

 - Cuenta en el libro que el famoso collar de 'Sex' que lució la presidenta costaba mil euros, y que quizá no lo compró… ¿Se lo regalaron?

- Hay varias versiones. La más creíble es que se lo dejaron para un momento puntual. Lo pidió, lo lució y luego fue devuelto. Al menos, es la versión que se da. Ciertamente, la realidad la ignoro.

- Siempre existió el rumor de que Carrasco recibía muchos regalos… Triana me contó en una entrevista en prisión que hubo empresarios que le regalaban hasta viviendas. ¿Qué sabe de eso?

- Lo único que se sabe a ciencia cierta es que un empresario me reconoció, personalmente y con testigos, que le había hecho un favor en el precio de la vivienda. Ajustó el coste, según nos relató.

- Usted dice en el libro que no se cree la versión de Triana del "acoso sexual" de Carrasco…

- No me la creo, pero es que ninguna persona del círculo de Carrasco lo avala. Una expareja me llegó a asegurar que ese acoso, el sexual, era absolutamente imposible. El laboral, es otra cosa.

- Pero sí se ha contado, y se sabe, que Carrasco tenía 'amistades estrechas' a las que en determinado momento "ayudaba" mucho… hombres y mujeres.

- Sí, pero siempre había un interés común más allá de la propia relación personal.

- ¿Se creyó usted la teoría de que Raquel Gago y Triana eran… más que amigas?

- Tampoco, de verdad. Hay aspectos de este caso que no precisan ir más allá de la realidad. Yo creo que eran cómplices en situaciones sentimentales comprometidas, nada más.

 

- En el libro también habla de lo que la propia Triana contó desde prisión, que tanto ella como Raquel escondían un mismo secreto: que salían con un hombre casado. El de Triana, un cargo importante del PP. ¿Tampoco se lo cree?

- Me lo creo mucho más, entre otras cuestiones debido a que policías que estuvieron en la investigación trabajaron en esa vía en base a sus registros telefónicos.

- ¿Por qué en el juicio declaró la pareja de Raquel pero no se llamó a declarar al supuesto novio de Triana, ni se investigaron sus llamadas y mensajes? Es bastante extraño...

- Aporto la versión policial en la investigación. Se investigaron las numerosas llamadas personales de Triana a un tercero no implicado en el caso. Se habló con él, se cotejaron los datos y, según su relato, era una vía muerta de trabajo. Ahí no había nada.

- ¿Cuál es para usted el mayor enigma de Isabel Carrasco?

- Su herencia.

- ¿Y de su crimen?

- El imposible papel de Raquel Gago.

- ¿Cree que alguien ayudó a las tres mujeres condenadas?

- No, de verdad que no lo creo. Es un crimen de dos mentes enfermas.

- ¿Sabremos algún día toda la verdad?

- Hay detalles que se habrán escapado, pero lo esencial parece resuelto.

- En el PP todo pegó un vuelco inesperado tras el asesinato de Carrasco… ¿benefició a muchos del partido este crimen?

- Benefició a quienes ella había laminado de una forma brutal, sin contemplaciones. Pero en vez de hablar de beneficiar a nadie, yo iría más por "recuperar la normalidad".

- ¿Por qué cree que se ha vuelto a hablar tan poco de Carrasco en León, o que su partido hizo borrón y cuenta nueva?

- Por la complejidad de personaje, por la dura herencia que dejó dentro y fuera del partido, por la dificultad para justificar lo ocurrido durante su etapa.

- ¿No es extraño que nunca se le hiciera un homenaje a una persona que murió asesinada y que tenía tantísimo poder en León?

- No es extraño si se conoce el trasfondo del personaje. Es que realmente hubo mucha gente borrada del mapa por su gestión política.

- Si la tuviera ahora delante, ¿le haría alguna pregunta?

- Desde luego. La primera: ¿Qué le llevó a perder la noción de la realidad?

- ¿A cuál de las condenadas le haría una pregunta que ella tuviera que contestar, y qué pregunta sería?

- A Triana. Algo así como "¿No cree que realmente manipuló a su madre?"

 - ¿Cuál de las tres condenadas le parece que tiene más que contar?

- Triana, claramente.

- ¿Queda mucho por contar de Isabel Carrasco?

- Seguro, pero quien sabe lo que queda por contar... no lo va a hacer.

- ¿Prepara usted algún otro libro?

- Mi abuela murió con 104 años. En su vieja casa de Oteruelo apareció un cilindro de cobre sellado. En el interior había documentos de mi bisabuelo sobre su presencia en la guerra de Cuba. Estaría bien contar y novelar todo eso...