El ajedrecista leonés Jaime Santos Latasa ya ha dejado de ser esa promesa incipiente y dominador en las categorías de formación para romper el techo de cristal en el prestigioso Magistral que se disputa cada año en su tierra logrando su primer triunfo en el torneo decano en España.

El discípulo de Marcelino Sión está viviendo su época de confirmación en la elite mundial y tras coronarse campeón de Europa de partidas rápidas en Katowice (Polonia) -primer título español- y lograr sendas medallas de bronce con España, ha puesto la guinda con un triunfo ante una de las leyendas del ajedrez como el israelí de origen bielorruso Boris Gelfand.

El genio de Minsk, que discutiera en su momento la supremacía al binomio Anatoly Karpov-Garry Kasparov, pero que nunca acabó de coronar su talento, se quedó a las puertas de lograr su triplete particular después de dos triunfos consecutivos -que unir al logrado en 2010- y cedió por vez primera en la capital leonesa.

Santos Latasa se convierte en el segundo español en ganar este título tras Paco Vallejo -que cedió en semifinales precisamente ante Gelfand- en 2012 y el éxito le aportará, sin duda, una buena dosis de moral y confianza de cara a la Copa del Mundo que disputará en apenas dos semanas en la ciudad azerbaiyana de Bakú.

Además la victoria le servía al leonés para desquitarse de la decepción que supuso la semifinal en el Magistral en 2021 y en aquella ocasión el gran maestro israelí se impuso por un apretado 2,5 a 1,5 tras derrotar al de León en la cuarta y última partida del encuentro.

La primera partida se saldó con tablas, con Santos siguiendo una receta del Sistema Rossolimo con la que el excampeón mundial Magnus Carlsen derrotó al Gelfand en el torneo de candidatos de 2013.

Pero en esta ocasión, el israelí demostró que su preparación le sigue situando en uno de los jugadores más preclaros de las últimas tres décadas y con una sutil maniobra defensiva, neutralizó la presión de las blancas y la partida se vio a unas tablas por repetición de jugadas.

Equilibrio también en la segunda partida, una lucha de carácter técnico en terrenos de la apertura catalana -así llamada por haber sido jugada por primera vez en 1929 en Barcelona-, otra de las especialidades de Gelfand que Santos había estudiado minuciosamente en su preparación para esta final.

Gelfand, que es capaz de extraer agua de las piedras, intentó romper la igualdad con maniobras posicionales que el leonés supo neutralizar con precisión para seguir manteniendo la igualdad en el duelo.

En la tercera partida se vivió un espectacular toma y daca en una posición de enroque en flancos opuestos típica de una de las aperturas preferidas por los aficionados: la variante del Dragón de la Defensa Siciliana planteada por Gelfand y para la que Jaime Santos tenía muy bien preparada una idea que obligó a su rival a gastar mucho tiempo.

Esta circunstancia fue a la postre decisiva cuando el leonés, con mucha ventaja en el reloj, pudo precisar mucho mejor sus jugadas y la partida terminó con un fulminante ataque de mate que obligó a su rival al abandono, colocándose Santos 2-1 y a unas tablas de la victoria final.

Gelfand necesitaba ganar para forzar el desempate a partidas rápidas, para ello se encomendó a su apertura talismán: la catalana, pero Santos tenía un buen antídoto contra ella y con gran seguridad y soltura igualó la posición mientras que su rival, presa de la desesperación, se lanzó a un ataque a tumba abierta que objetivamente solo podía conducirle a una nueva derrota.

No fue así porque el leonés forzó en posición ventajosa el empate que le bastaba para ganar por primera vez en su carrera el Torneo Magistral de León.

El lunes a las 12.00 horas en el Hotel Conde Luna de la capital leonesa se procederá a la clausura del torneo con el acto oficial de entrega de premios