Uno de los efectos secundarios de la fiebre de spin-offs, secuelas, precuelas y demás, es que ahora nos cuentan las historias como si el mismísimo Yoda fuera el encargado de la narración.
Fijaos en un clásico: El Señor de los Anillos. Primero llegó la aclamadísima y oscarizada trilogía cinematográfica, basada en cada uno de los libros que conforman una de las mejores trilogías de la literatura fantástica. Bueno, también está la versión extendida, porque a Peter Jackson le había sabido a poco la historia de la destrucción del Anillo Único.
Posteriormente, el director de Bad Taste (sí, es el mismo) consiguió la cuadratura del círculo cuando fue capaz de producir otras tres películas de El Hobbit un libro de apenas trescientas páginas, que J.R.R. Tolkien publicó en el orden cronológico adecuado, veinte años antes, más alguna leyenda que fue extrayendo de aquí y de allí. Aquí ya tuvo que tirar de CGI para que algunos actores, que tenían diez años más, parecieran más jóvenes, y participaran en la historia del descubrimiento del Anillo Único.
Y ahora, hemos vuelto a viajar aún más hacia atrás, para que un nuevo equipo, diferente, (a Peter Jackson no le dijeron ni ahí te pudras), y por supuesto un cast diferente (no había forma de rejuvenecer a Orlando Bloom ni un minuto más), nos lleve a la forja de todos los anillos, los tres de los elfos, los siete de los enanos, los nueve de los hombres, y el, por supuesto, el Anillo Único.
La serie sufre de ese efecto amor/odio que reciben este tipo de adaptaciones por parte de los fans. Les gusta que alguien decida adaptar el libro, pero algunas de las decisiones que se toman no les terminan de convencer, cuando no las odian directamente.
Una de las primeras polémicas se centró en la elección de alguno de los actores del cast. Nunca imaginó Tolkien elfos negros. Ni los hermanos Grimm o Hans Christian Andersen a Blancanieves o a la Sirenita. Por supuesto no voy a entrar a discutir estos hechos que no son más que eso, facts.
El caso es que, si nos fijamos en las calificaciones que ha recibido la serie, su 6,9 en IMdB se queda algo por detrás del 7,8 de la mejor de los Hobbits, y, a años luz del 8,8, el 8,9 y el 9 de la trilogía original.
¿Y la serie qué tal está? Pues bastante entretenida, en la mayor parte de episodios, con épicas batallas, personajes más conocidos que los actores que los interpretan, como Galadriel o Elrond (imaginad traer de vuelta a Cate Blanchett o Hugo Weaving), además de Isildur, o Sauron, el Señor de los Anillos en carne y hueso. Y algunas sorpresas en el final del episodio final de cada una de las dos temporadas emitidas hasta ahora, algunas más inesperadas que otras.
Dicen que se prevén cinco temporadas (chúpate esa, Peter Jackson), y acaba de terminar la segunda. Es una de las series estrella de Prime Video. Si conocéis, aunque sea levemente la historia, os la recomiendo. Y por favor, si vais a verla desde cero por primera vez, hacedlo en el orden de estreno, no cronológico.