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Migración en voz alta

Por Gretell Leyva Salazar

El éxodo de los sueños: Frank Leyva y su brothers.for.music


Nos recibe en su estudio de la pequeña Habana. Lleva una camiseta de saco de yute desflecada en el cuello y los hombros, única, artesanal, adquirida en la misma granja que el aceite de musgo egipcio que lo aromatiza. Su pelo negrísimo bordea su rostro, se extiende cuatro veces por cada vez que le obligaron a cortárselo en Cuba, insultantemente largo para algunos, pura rebeldía, para otros. A veces lo lleva rozando sus nalgas, otras, lo enrosca en su nuca o debajo de su gorra como los aros de un vinilo. Su nombre solía ser Frank Amed, ahora es Frank a secas, a veces Frank L. con L de Leyva, o como prefiere identificarse, es un brother de su bandera: brothers.for.music.

Su música, aún casi clandestina, es una mezcla experimental entre ritmos afrocubanos y corrientazos de música electrónica. Vibraciones para levitar, estremecerse o lamer las estrellas. Desde su estudio en la pequeña Habana, comenzó esta entrevista que os comparto, un relato testigo del fenómeno del éxodo cubano, y del éxodo de los sueños que también nos acompañan.  

¿Cómo llegó a tu vida la decisión de emigrar?

Desde pequeño, recuerdo que cuando alguien venía de los Estados Unidos, todo lo que traían parecía diferente, olía distinto, mejor. También desde muy temprano supe que me iría, porque mi abuelo nos había reclamado a mí y a mi madre para ir a vivir con él a los Estados Unidos. El proceso se alargaba, pero tenía la certeza de que algún día mi vida mejoraría y que ese olorcito, también sería mi olor.

La decisión de emigrar no surgió en mí de la desesperación inmediata ni de una necesidad urgente. La vida en Cuba me gustaba. Tenía un negocio en el mercado agropecuario y en las noches trabajaba como DJ en lugares que llegaban a tener 200 o 300 personas. No vivía ostentosamente, pero tampoco era infeliz. Sin embargo, cuando mi madre se fue, y luego mis dos mejores amigos: Dairon y Damián, también se marcharon, me quedé solo, y comencé a preguntarme ¿qué hacía yo allí?

 

¿Cómo fue tu proceso de adaptación a Miami?

Llegar a Miami fue todo un desafío. Los primeros meses fueron realmente duros. Tenía dos trabajos: limpiando mesas en un restaurante y lavando coches en un carwash. Todos los días cogía tres guaguas para ir y venir del trabajo. Sentía que la monotonía me consumía, pero lo peor fue el maltrato de otros cubanos y latinos asentados respecto a los que llegábamos nuevos. Recuerdo que en uno de los restaurantes en los que trabajé al principio, tuve una jefa cubana que me gritaba constantemente. Un día, que además de gritar me insultó: me quité el delantal y me fui. No volví más.

 

El desarraigo obligatorio y la nueva Vida

Desvincularme de mi vida anterior fue un proceso difícil pero necesario. Terminaba tan molido de mis dos trabajos y las guaguas que no tenía ganas de comunicarme. A los pocos meses de estar aquí, falleció mi hermano Juan Carlitos. Fue estresante no tener a nadie con quien hablar, mis amigos de aquí vivían lejos, y cuando escribía un email a mi gente en Cuba, recibía una respuesta semanas después. Sin embargo, con el tiempo, mi vida mejoró cuando empecé a hacer nuevos amigos, y especialmente cuando comencé a trabajar en el restaurante de Wynwood donde conocí a Eduardito, mi brother y a Rachel, mi esposa.

 

¿Por qué Miami?

Miami tiene tres cosas que son fundamentales para un cubano: el idioma, el clima y la comunidad. Aquí, el español es tan común como el inglés, lo que facilita mucho las cosas. Y el calor, aunque más húmedo, es similar al de Cuba. Cuando entra el bajón, me doy un paseíto por la pequeña Habana, a La Carreta o cualquier otro restaurante, voy a escuchar y ver a otros cubanos. Allí los camareros y la mayoría de asistentes son cubanos. Entonces, es como si te dijeran: "Levántate, levanta tu frente y tira pa' alante".

El cubano es Miami y es cubano en Miami. Esta ciudad fue construida por las diferentes olas de exiliados cubanos que llegaron aquí por mar, tierra y aire. Mira, hay un humorista venezolano, George Harris, que tiene un monólogo en el que dice: "Los cubanos colonizaron Miami. Cuando llegaron aquí esto era una ciénaga infectada por cocodrilos, y llegaron los cubanos que no le tenían miedo a nada, porque ya habían luchado con tiburón I, tiburón II y tiburón III; llegaron con unos palos (...) sacaron a los cocodrilos e hicieron la calle ocho."

 

¿Lo volverías a hacer?

A veces me pregunto qué hubiera pasado si me hubiese quedado, pero estoy seguro de que, si no hubiera tenido la reclamación familiar de mi abuelo, habría hecho la travesía a cualquier precio. Hubiera pagado por México o, quién sabe, tal vez me habría lanzado en una balsa.

Si miro hacia atrás, no me arrepiento de haberme ido. A pesar de las dificultades, volvería a hacerlo todo de la misma manera. Creo que yo emigré a la edad perfecta, con 20 años. Después, la vida te agarra y se vuelve más difícil tomar ese tipo de decisiones. Pero a cualquier edad que surja la oportunidad, hay que aprovecharla, porque ahora mismo, tú sabes, en Cuba está en candela la cosa. 

Esa cosa que para nosotros los cubanos es una cosa distinta. Que oculta a su vez otras cosas, realidades, futuros. Lo difícil que se lo ponen a los cubanos para conseguir cosas en Cuba. Es el estado actual de la situación y la situación en sí. Como en aquella canción de Caignet ¿cómo era? ah, sí, el Ratoncito Miguel: "La cosa está/ que horripila y mete miedo de verdad,/ usted verá cómo de hambre un ratón se morirá,/ no hay queso ya/y mucho menos una lasca de jamón,/ vamos a ver/ quién va a arrancarle a Micifuz el corazón".

 

¿Qué significa para ti ser cubano?

Ser cubano es un sello con el que se nace, te viene en la sangre y eso no hay quien te lo quite nunca. Me siento agradecido por tener ese sello, por toda la cultura que lleva dentro, la música clásica, jazzística, popular: Fran Fernández, Lecuona, Chucho y Bebo Valdez, Celia Cruz, Compay Segundo y otros monstruos. Me encanta cuando puertorriqueños, venezolanos y colombianos me dicen: "Oye, los Van Van son los animales". Y es que esa clave del son cubano: pá, pá, pá__pápá, ese ritmo nos corre por las venas desde que nacemos.

 

¿Qué es brothers.for.music?

Brothers.for.music es el proyecto de mi vida. Nació con mi 'brother', porque eso es lo que somos, hermanos unidos por las venas musicales. Para nosotros, el hilo conductor de nuestra amistad, de nuestra hermandad, es la música. En los eventos casi siempre invitamos a otros artistas y colaboradores, a los que después de participar, les dábamos la categoría de 'brothers'; así se nos sumó Aldo.

Nuestra música, es algo loquito, pero a la gente le gusta. Lo que pasa es que para la música hay que tener tiempo, cantidad de tiempo, bastante. Y yo tengo dos niñas, una mujer y un trabajo a tiempo completo. Entonces, el proyecto musical se ralentiza, pero Rachel y las niñas merecen la pena; por ellas vale la pena estar quieto en casa y no de party por ahí.

Aun así, en el estudio seguimos experimentando y grabando temas. El objetivo es reunir suficientes piezas decentes para presentárselas a una disquera. Hemos tenido algunos interesados. Pero llevamos tanto tiempo en proyecto, que a veces creo que vamos a ser como esos de Bear2Beard, que ahora, después de viejitos, es que lo están petando. Aun así, como decía Jimi Hendrix: 'Music Is My Religion'.

 

Un sueño a diez años

Mi sueño es celebrar el décimo aniversario de brothers.for.music en una de esas discotecas emblemáticas, como Pacha o Amnesia en Ibiza, o el Space, me da igual, puede ser el de Ibiza o el de Miami. Reproducirlo en directo y que cubanos de todo el mundo lo vean y digan: "Mira estos dos chamaquitos de Cuba como lo están reventando". Se me explotaría el corazón. Ni Dragón Ball aguanta.

Para que eso suceda, sé que me tengo que decir: "Ponte pa' la cosa y deja de comer tanta mierda en la computadora jugando. Tráete las pistas a casa y ponte a terminar el disco".

 

¿Volverías a Cuba?

Siempre he dicho que en Cuba solo tengo dos cosas que hacer: visitar la tumba de mi hermano para llevarle flores y conocer los lugares que nunca pude visitar en Cuba, como los cayos, La Moca... Ir de verdad, no entrando por detrás del río para colarse, porque no había quien pagara los 7 dólares que costaba La Moca. Quisiera conocer esos lugares que el sistema no me permitió.

 

¿Quién ganaría una batalla entre Elpidio Valdés y el Capitán América y por qué? 

Ahora mismo, el Capitán América. Porque Elpidio Valdés se está muriendo de hambre, ya no tiene fuerzas ni para levantar el machete.

 

¿Cómo le describirías el malecón habanero a una amiga ciega? 

Más que describírselo la haría sentir el malecón habanero. La llevaría a la orilla del mar en Cayo Hueso, justo en las 90 millas, que es donde más cerca estamos de Cuba. Le daría un bloque de cemento y le diría: "Toca aquí y siente el olor del mar". La dejaría escuchar las olas rompiendo contra la orilla, y haría sonar una corneta de un carro del 57, como esos que hay en La Habana, con su inconfundible 'fotuto'. Le haría escuchar la gritería de cualquier cubano saludando con un "¡Asere, qué bolá!". Por supuesto, no podría faltar un pregón de manicero, con su inconfundible "¡Maní, maní, el manicero llegó!".

 

¿De todo lo que es Cuba y los cubanos, qué regalo le harías al mundo?

La alegría del cubano. Es lo que nos hace distintos. Siempre encontramos un momento para reír, incluso en las peores situaciones: el que no tiene qué comer se sienta en la esquina a discutir de fútbol o pelota, y aunque parezca que está molesto, a su alrededor ves a todos muertos de risa. O cuando alguien se muere, terminamos hablando de cosas cómicas que hacía esa persona, y aunque estemos tristes, al final terminamos riendo.

Esa alegría cubana es lo que ha conquistado al mundo y es lo mejor que tenemos para ofrecer. Esa capacidad, de reírnos de todo, incluso de nosotros mismos. Esa es la esencia de Cuba, lo que hace que, incluso en medio de dificultades, sigamos adelante con una sonrisa.

 

Fuentes y enlaces para curiosos:

https://www.instagram.com/brothers.for.music/
Sobre Felix B. Caignet gran músico, escritor y compositor cubano. Parte de su legado musical incluye Frutas del Caney, Te Odio, Carabalí ¬, Montañas de Oriente, Quiero besarte; son parte de su legado, y también El Ratoncito Miguel, pueden leer más al respecto en: https://radiocafeatlantico.com/el-ratoncito-miguel-un-canto-de-protesta/ Se puede escuchar la canción protesta del Ratoncito Miguel en https://youtu.be/LHdhBkgrJas?si=WrzJ9bWMrxbQZEux
Enlace al Show de George Harris. https://youtu.be/t9h3pxGywMc?si=Q_iPvBGkkJCKc2WC
Sobre la clave de Son / Ejercicios Para Identificarla / Conflictos En Un Arreglo
https://youtu.be/DkE4j3vkKnM?si=hcIrAhtTwxfS4skI
https://www.instagram.com/beard2beard.official/
https://www.discogs.com/master/1652975-Jimi-Hendrix-Music-Is-My-Religion
https://pacha.com/es
https://www.amnesia.es/
https://spaceibiza.com/es/ o https://www.clubspace.com/events
https://www.dimecuba.com/revista/cubanos/elpidio-valdes-animados-cubanos/
https://themuseumoftourism.org/el-malecon-de-la-habana-8-km-de-historia-y-curiosidad/