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Los lunes al sol

Por El Viudo

Come gambas


Tenía que ser de obligado cumplimiento para todos los representantes de los partidos políticos que se presentan este próximo domingo a las elecciones en nuestra ciudad, leer con detenimiento la Homilía que pronunció el Arzobispo de Valladolid, Don Luis Argüello, el trece de mayo con motivo de la festividad de San Pedro Regalado.

Es un lujo para nuestra ciudad, contar con una mente tan privilegiada, una manera de contar las cosas, escribirlas y expresarlas desde el respeto, la claridad y la conciencia del tiempo en el que vive y el puesto que representa.

Hace mucho tiempo y después de pasar un fin de semana en el Monasterio de la Trapa, escribí en este espacio que los militantes y seguidores de VOX no creen en Dios.

Pasan los meses y su conducta, sus acciones y la manera de realizaras y exponerlas me reafirman más en mi humilde apreciación.

El vicepresidente de nuestra autonomía no concibe ni acepta que representa a todos.

El Consejero de Industria, Don Mariano Veganzones, considera que su trabajo consiste en arremeter contra todo lo que él  considera injusto e ilícito.
Los sindicatos tienen más años de lucha, de trabajo y de empeño que su recién estrenado partido político.
Aunque le pese tienen más afliados que su reciente alternativa ciudadana.

Lógicamente uno puede administrar los presupuestos de su Consejería de la manera que crea más conveniente para la mejora de las infraestructuras, del desarrollo empresarial y del futuro de la región.

Evidentemente en un país democrático los resultados de las urnas mandan y los acuerdos y las coaliciones le permiten a cualquiera presidir una comisión, estar al frente de una Consejería o poder sentarse en un Consejo de Ministros.

El problema del partido de ultraderecha es que mete a Dios en muchas de las acciones que pretende realizar y proponer como medida para la mejora de vida de los ciudadanos.

El Dios al que rezan los miembros del Opus Dei no puede ser el mismo al que reza el Papa Francisco.

El Dios al que reza VOX no puede ser el mismo al que reza nuestro Arzobispo.
Las iglesias están llenas de gente humilde, que respeta y admite que hay pobreza, que hay gente marginada y que hay poblacion que necesita de la ayuda de los más fuertes y poderosos.

El próximo domingo los simpatizantes de VOX antes de ir a misa ejercerán el derecho al voto y después de la celebración de la eucaristía, se reunirán con sus amigos en torno a un vino comentando las expectativas de la jornada electoral.

Y alguno de ellos después de recibir la sagrada comunión, de rodillas, habrá pedido a su Dios
que tengan suerte en el escrutinio, no vaya a ser que salgan elegidos los COME GAMBAS.