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Los lunes al sol

Por El Viudo

'Tito' Rafael


Aplaudo a la gente que abandona su tierra, por causas dignas de admiración.

Un jubilado británico recaló en el sur de Tenerife aconsejado por el médico que atendía a su esposa. Ella sufría de los huesos y el frío y la humedad de la población costera donde residía la perjudicaba durante diez meses al año. Vendieron todo. El hombre traspasó las acciones de su campo de golf, no renovó el carnet del equipo de futbol y se despidió del Pub donde cada sábado jugaba a los dardos mientras se tomaba tres pintas de cervezas.

"Nos vamos a España, que mi mujer necesita el calor y el sol, para tener una buena calidad de vida" y se despidió de su cuadrilla.

Un agricultor extremeño acaba de vender las hectáreas que llevaba trabajando cuarenta y dos años y se ha ido a Madrid a vivir para estar con los suyos. "Tengo a los dos mayores ya casados allí y el pequeño, que vino de rebote, empieza este año en la Complutense la carrera. Como cada vez venían menos, hemos decido la mujer y yo irnos a una casa diez veces más pequeña que la del pueblo, pero vamos a verles casi a diario y como la mujer del mayor sale de cuentas este abril, todo lo que podamos ayudarles allí estaremos, para estar juntos".

Un misionero claretiano aprovechó la pasada homilía para poner la carne de gallina a las decenas de feligreses que le estaban escuchando. Se fue a África hace diez años, abandonando la cómoda vida de una parroquia de barrio, para ayudar a una población que tiene el agua muy lejos, la comida muy lejos, la luz muy lejos y la fe muy lejos. "Necesito irme de nuevo, creo que allí mi labor es necesaria y debo de renunciar a mi tierra otra vez, a vosotros otra vez y a vuestro cariño de cada domingo".

Una investigadora de la Universidad de Navarra, se acaba de despedir con una cena entre su grupo de docentes para celebrar la beca que la han concedido en la Universidad Pública de Sidney.
"Solo allí disponen de los medios necesarios para acabar de terminar de descifrar los procesos genéticos que llevamos años desarrollando". En los próximos tres años, renuncia a familia, amigos, tortilla y pacharán, pero debe marcharse para intentar culminar su sueño. Acabar con el cáncer.

Los medios de comunicación han anunciado esta semana que usted pretende dejar nuestro país y llevarse su empresa a los Países Bajos.

No es un problema de salud de su mujer, ni de que sus hijos no encuentren aquí universidad, ni se va para ayudar a los pobres a enseñarles a hacer zanjas ni para investigar nuevas medicinas que ayuden a mejorar la salud de los demás.

Usted se marcha por dinero. Deja su tierra por rentabilidad. Abandona su lugar de nacimiento en busca de una fiscalidad más favorable.

Usted es un rico pobre hombre. Y como a la mayoría de ustedes cuando van a misa y escuchan eso de que los ricos no entrarán en el reino de los cielos les entra una tos seca de disimulo nervioso. Que disfrute de su dinero, su fiscalidad y su rentabilidad. Ciao 'TITO RAFAEL'.