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Cuaderno de bitácora

Cuaderno de bitácora

Por Sonsoles Sánchez-Reyes Peñamaria

El cordero más viajero del mundo


Pocas obras de arte han vencido tantos desafíos como la Adoración del Cordero Místico, también llamado 'Altar de Gante': un impresionante retablo de madera de roble realizado para la catedral de San Bavón, el patrón de la preciosa ciudad belga de Gante. La obra ha ejercido tal magnetismo en sus 600 años, que muchos han tratado de apropiarse de ella y su azarosa historia podría protagonizar una saga de aventuras.

En el siglo XV, el concejal de Gante, Joos Vijd, y su mujer, Elisabeth Borluut, encargaron a los hermanos Jan y Hubert Van Eyck pintar el Cordero Místico y construyeron en la catedral de San Bavón una capilla para la obra, denominada Vijdkapel por los mecenas. Pero Hubert falleció en 1426, en la fase inicial de elaboración, y Jan realizó la mayor parte del Cordero Místico, hasta finalizarlo en 1432, pintando en él a los donantes, como era costumbre. El resultado, un enorme políptico de 3,4 metros de alto por 4,4 de ancho, con 12 paneles.

El genial Jan Van Eyck era único e inimitable. Tenía una técnica impecable, con impresionante atención a los detalles. Era pintor en la corte de Felipe III de Borgoña, 'Felipe el Bueno'. Acompañándole en sus viajes, descubrió animales y plantas que representó en el Cordero Místico, que se convirtió en su obra maestra de entre las veinte de las que consta su legado.

Pero pronto el retablo adquirió su propia identidad, más allá de la de su autor. A mediados del siglo XVI, en Gante el catolicismo fue sustituido por el calvinismo, opuesto a venerar imágenes. Durante la 'Furia iconoclasta' de 1566 que devastó muchas imágenes religiosas, derribaron la puerta de la catedral para destruir el Cordero Místico. No lo hallaron. Los guardianes católicos lo habían llevado al campanario, y luego al ayuntamiento. A la vuelta del catolicismo a Gante en 1584, el Cordero Místico regresó a su ubicación. 

Cuando en 1781 el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Jozef II, visitó Gante para contemplar el retablo, le escandalizó la desnudez de Adán y Eva, por lo que el alcalde de Gante retiró los paneles de Adán y Eva y los guardó en los archivos de la catedral.

En el siglo XIX, las tropas francesas confiscaron el panel central del Cordero Místico, el más emblemático de todos, y lo llevaron en carreta hasta París, al Louvre (entonces Musée Napoléon). Tras la derrota napoleónica en Waterloo, en 1815 volvió a la catedral. Pero el 19 de diciembre de 1816, seis paneles laterales (salvo los de Adán y Eva) se vendieron al comerciante de arte L. J. Nieuwenhuys por 3000 florines. En 1821, el rey de Prusia los adquirió del coleccionista británico Solly y los cedió al museo Kaiser Friedrich en Berlín, donde los paneles fueron cortados longitudinalmente por la mitad para exponer ambas caras al mismo tiempo. 

Al año siguiente, 1822, se incendió la catedral. En el apremio por salvar el retablo, el panel central del registro inferior se partió por la mitad.

En 1861, el Estado belga compró los paneles de Adán y Eva por 50.000 francos para el museo nacional de Bruselas, donando a la catedral copias de los paneles de Berlín, realizadas en 1559 por Michiel Coxcie, y de los paneles de Adán y Eva ejecutadas por Victor Lagye, añadiéndoles pieles para que no estuvieran desnudos. 

Cuando Alemania invadió Bélgica durante la Primera Guerra Mundial, el canónigo de la catedral, Gabriël Van den Gheyn, escondió los paneles en dos casas particulares de Gante, en las paredes y bajo el suelo. Al acabar la guerra, el Tratado de Versalles obligó a Alemania a restituir los paneles del museo de Berlín, a pesar de que los alemanes alegaron que los habían comprado legalmente cien años antes. El retablo estaba completo de nuevo.

Pero la noche del 11 de abril de 1934, dos paneles del Cordero Místico, los Jueces Justos y Juan Bautista, fueron robados de la Catedral de San Bavón, en el conocido como "el robo audaz". Testigos distinguieron a dos individuos cargando objetos planos y rectangulares en un coche. En el marco vacío del retablo, los ladrones dejaron una nota en francés: "Arrebatado de Alemania por el Tratado de Versalles". Alguien apodado D.U.A. escribió al obispo de Gante pidiendo un rescate de un millón de francos belgas. Para demostrar que disponía de los paneles, dirigió a la policía a la estación de Bruselas Norte. En las consignas, hallaron el panel de Juan Bautista. Pero las autoridades se negaron a pagar el rescate y el panel de los Jueces Justos nunca se ha recuperado hasta hoy.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler quiso convertir Linz, su ciudad natal, en capital de la cultura y crear un museo con las obras más importantes del mundo, como el Cordero Místico. Mientras construían el museo, depositaron obras de arte de territorios ocupados en la mina de sal austríaca de Altaussee. Ante el avance aliado en 1944, llenaron la mina de dinamita para explotarla. Pero los habitantes de Altaussee heroicamente evitaron una catástrofe en la historia del arte.  

Tras la derrota alemana, los 'Monuments Men', el comando aliado dedicado a recuperar lo expoliado, reintegraron el Cordero Místico a Gante. El 21 de agosto de 1945 una gran tormenta durante el vuelo fue su último peligro superado. Finalmente, el retablo volvió a la Catedral de San Bavón en noviembre de 1945.

El Cordero Místico fue restaurado en 1950 por Albert Philippot. En 2012, el Instituto Real belga del Patrimonio Artístico comenzó otra restauración en tres fases. Dos fueron completadas en 2020, antes de comenzar el año temático 'OMG, Van Eyck was here!' (¡Oh, Dios mío, Van Eyck estuvo aquí!).

El centro de visitantes de la catedral de San Bavón se inauguró en 2021 en la cripta. El retablo fue trasladado a la capilla del Sacramento, más amplia, próxima a la ubicación original del deambulatorio. Está en un armazón de acero con cristal antibalas, que regula su humedad y temperatura. En 2022 comenzó la tercera fase de la restauración, que se prevé acabará en 2024.

El Cordero Místico esconde numerosos enigmas. En el panel con vistas a la ciudad y en el de la sibila eritrea se observan rostros humanos en el cielo, que no han sido descifrados.

Parecía que el cordero del panel central tenía cuatro orejas, algo inexplicable. Pero la última restauración ha eliminado los repintados hechos en el siglo XVI con abundante pintura verde, mostrando tener las lógicas dos. Sus ojos, hasta entonces de lado, resultaron mirar al frente, estar más juntos y definidos y tener cierto aspecto humano.

En 1823, tras una limpieza de los marcos de los paneles laterales exteriores, se descubrió una inscripción de cuatro líneas. En la última destacan algunas letras. Sumando su valor como cifras romanas, se obtiene 1432, año de finalización de la obra. La inscripción dice: "El pintor Hubert Van Eyck, mayor del cual no hay nadie, comenzó esta obra. Su hermano Jan, el segundo en su arte, completó la ardua tarea a petición de Joos Vijd. A través de este verso, este último le invita a contemplar el resultado el 6 de mayo [de 1432]". 68 años después de ese momento, en esa ciudad de Gante estaba llamado a nacer el emperador Carlos V. Pero eso merece otra historia.

Fotografías: Gabriela Torregrosa