Las cosas no funcionaban en el Real Valladolid la temporada pasada. Con el equipo desunido, sin esa conexión necesaria en cualquier vestuario, ni la motivación suficiente, el Pucela coqueteó con el descenso a Segunda B; y todo lo que podría haber supuesto... Viendo el panorama, la entidad blanquivioleta dio el primer paso: hizo ficha del primer equipo a Ángel y apostó por Jose.

 

Aunque los dos no están triunfando, sí lo hace uno de ellos. Jose se ha ganado un puesto en el once a base de entrega, trabajo y goles. El talaverano es el máximo anotador del conjunto dirigido por Paco Herrera, quien le ha dado el empujón necesario para empezar a despuntar.

 

Ese empujón es más importante de lo que parece, pero hay que saber cuándo y cómo darlo. El entrenador catalán ha contado con varios jugadores del Promesas durante esta temporada y les ha tendido la mano siempre que ha podido. Otro de los ejemplos es el de Anuar, que recientemente ha renovado su contrato con el Pucela para, a partir de la próxima temporada, estar en la situación de Jose.

 

Este ceutí, que llegó a Valladolid con 13 años, se ha ganado el corazón del club y de la afición con el pulmón que deja cada vez que pisa el césped. Porque, a pesar de no haber nacido en la capital castellana, siente el blanco y el violeta como si la manta que le tapó al nacer tuviera esos colores. Sin duda, es el ejemplo de que todo llega con trabajo. Incluso, llegó a ir convocado con las categorías inferiores de la selección española.

 

El 'Más blanquivioleta que nunca' se refleja en este centrocampista que siempre ha mirado a Álvaro Rubio para aprender y seguir creciendo, algo que todavía continúa haciendo. Mirando al presente, con el objetivo de hacer una buena campaña en el Promesas, Anuar ha demostrado tener los pies en el suelo y ganas de evolucionar en cada entrenamiento. El Real Valladolid lo ha visto y ambos se han jurado amor hasta junio de 2019, con la intención de que esa vinculación se transforme en un 'win-win' para las dos partes.