Tras sembrar el caos en Nueva York y Los Ángeles, Joe Goldberg lo vuelve a hacer en otro lugar. Para él, salir libre después de tanto asesinato es como atarse los cordones. Por ello, la tercera temporada de ‘You’ deja una mezcla extraña de sensaciones. Por un lado, la de ganas de saber más sobre la mente perturbada del protagonista, pero por otro el cuerpo pide un buen broche de oro a la serie de Netflix.

 

Antes de su estreno en España, la plataforma anunció una cuarta temporada. Quizá por eso se vea con ojos diferentes, puesto que todo apuntaba a que esta sería la última. La llegada de los Goldberg a Madre Linda no tardó en suponer un calvario para los vecinos de una tranquila zona residencial. Pero, ¿otra vez Joe y Love iban a campar a sus anchas sin ser pillados? Pues, aunque pareciera imposible por el nuevo escenario, así fue.

 

Un matrimonio a la deriva formado por dos personas desequilibradas emocionalmente que siguen juntos por el hijo que salvó la vida de la madre. Lejos de arreglar sus problemas, aun yendo a una especialista, la pareja trató de hacerlo a su manera: con sangre. Demasiada. En una localidad tan pequeña era imposible que salieran indemnes, pero el as en la manga siempre funciona con el experimentado Joe.

 

Un nuevo amor de verdad, Marianne, le marcó su nuevo objetivo, por el que luchó hasta el final con todas las consecuencias. Eso sí, el escollo más complicado de Love resultó ser su salvavidas en un final que bien podría haber servido para echar el telón, bajándose de su particular rueda del hámster. Pero su pasión por las mujeres y la protección hacia ellas abrirán paso a una cuarta entrega en un destino diferente y con el protagonista otra vez solo.

 

No hubo broche de oro en una temporada con demasiados delitos sin resolver correctamente, algo que hizo un poco menos llevadero el transcurso de los capítulos. Ahí entra la parte positiva, la de querer más y esperar ya el desenlace de Joe en Paris. ¿Conseguirá el objetivo de encontrarse a su nuevo amor para empezar la vida que desea? Qui sait.