No suelo asistir a ningún mitin electoral, en primer lugar porque los políticos casi nunca dicen algo razonable y, en segundo lugar, porque en caso de que lo digan, luego no lo cumplen o se desdicen. Ya se han cuidado ellos muy mucho de que no haya ninguna norma escrita que los penalice por el incumplimiento del más serio de todos los contratos, que es el contrato electoral. A esto hay que añadir que en la campaña de las elecciones europeas se habla de todo menos de Europa
Voy a dar la palabra a varias personalidades europeas de diversas ideologías y de varias nacionalidades pero que tenían muchas características en común: eran verdaderos demócratas, defendían la integración Europa con un modelo federal y no tenían el menor reparo en ponerse de acuerdo con sus oponentes políticos, cuando se trataba de asuntos importantes para el propio país o para Europa. Se trata de un alemán, Adenauer, un francés-luxemburgués. Robert Schuman, un italiano, Altiero Spinelli, y un español, Ortega y Gasset. Tres políticos y un filósofo. Lamentablemente, los españoles no contamos en los últimos tiempos con ningún político de altura.
Sus palabras tienen hoy la misma actualidad que la que tuvieron en su día, dados los graves problemas a que se enfrente actualmente Europa: paro juvenil, peligro de la agricultura europea, competencia desleal de China y otros países, globalización en general, guerras de Ucrania y de Palestina, inmigración descontrolada...etc.
Las ideas fundamentales de estas cuatro personalidades (podría citar otras muchas más) son reconciliación, paz, unidad, federación europea.
"Después de tanta sangre vertida hay que darse la mano", decía Adenauer en 1948, y ese mismo año Robert Schumann hablaba de "tender la mano al enemigo de ayer, no sólo para reconciliarse sino también para construir juntos la Europa del mañana". ¡Cuánto me gustaría escuchar de nuestros políticos alguna frase similar.
"La unidad de Europa fue el sueño de unos pocos. Se convirtió en la esperanza de muchos y hoy es la necesidad de todos nosotros.(Adenauer 15 de diciembre de 1954)
"...la puesta en común de las producciones básicas (del carbón y del acero) y la creación de una Alta Autoridad de nuevo cuño, ... sentará las primeras bases concretas de una federación europea indispensable para la preservación de la paz. (Declaración Schuman 1950)
Y he aquí las palabras de otro de los considerados padres de la Unión Europea, Altiero Spinelli, sobre el modelo de integración europea:
"Los poderes de los cuales la autoridad federal debe disponer son los que garantizan el final definitivo de las políticas nacionales exclusivistas. Por ello, la federación debe tener el derecho exclusivo de reclutar y emplear a las fuerzas armadas (que también deberían tener la misión de proteger el orden público interno); de llevar a cabo la política exterior; de determinar los límites administrativos de los diversos Estados asociados para satisfacer las necesidades básicas nacionales y de vigilar que no se produzcan injusticias sobre las minorías étnicas; de abolir las barreras proteccionistas y de impedir que se reconstruyan; de emitir una moneda única federal; de garantizar la plena libertad de circulación de los ciudadanos dentro de las fronteras de la federación; de administrar las colonias, es decir, los territorios todavía carentes de vida política autónoma.
Para cumplir de manera eficaz estas tareas, la federación debe disponer de un poder judicial federal, de un aparato administrativo independiente del de los Estados individuales, del derecho de recaudar directamente de los ciudadanos los impuestos necesarios para su funcionamiento, de órganos legislativos y de control fundados en la participación directa de los ciudadanos y no en representantes de los Estados federales" (Manifiesto de Ventotene, 1941)
Y para finalizar, daré la palabra a nuestro Ortega y Gasset.
"Los europeos no saben vivir si no van lanzados en una gran empresa unitiva. Cuando ésta falta, se envilecen, se aflojan, se les descoyunta el alma" (La rebelón de las masas. 1933)
"Sólo la decisión de construir una gran nación con el grupo de pueblos continentales volvería a entonar la pulsación de Europa"
Pero es que para Ortega Europa ha existido siempre, porque desde siempre ha existido en Europa una conciencia cultural de carácter dinámico.
"No sería nada exagerado decir que la sociedad europea existe antes que las naciones europeas".
«La unidad de Europa no es una fantasía, sino que es la realidad misma, y la fantasía es precisamente lo otro: la creencia de que Francia, Alemania, Italia o España son realidades sustantivas y, por tanto, completas e independientes...... Europa es, en efecto, un enjambre: muchas abejas y un solo vuelo»
Para Ortega "los pueblos europeos son desde hace mucho tiempo una sociedad, una colectividad en el mismo sentido que tienen estas palabras aplicadas a cada una de las naciones que integran aquélla. Esa sociedad manifiesta todos los atributos de tal: hay costumbres europeas, usos europeos, opinión pública europea, derecho europeo, poder público europeo"( De Europa. meditatio quedam, Berlín 1949).
Según Ortega, Europa como colectividad ya existía antes de que se constituyeran las Comunidades Europeas. Siguiendo, pues, la lógica de Ortega, podríamos decir: los políticos no pueden excluir del proyecto de Europa a los ciudadanos y deben limitarse a un papel secundario. pues los ciudadanos los han precedido.
"Una sociedad no se constituye por acuerdo de las voluntades. Al revés, todo acuerdo de voluntades presupone la existencia de una sociedad de gentes que conviven, y el acuerdo no puede consistir sino en precisar una u otra forma de esa convivencia, de esa sociedad preexistente"
Pero son necesarios unos Estados Unidos de Europa. La razón fundamental por la que Ortega aboga por unos Estados Unidos de Europa no es el miedo a Rusia o a otras potencias, ni tampoco evitar una guerra entre Francia y Alemania o en Europa, sino porque el proyecto nacional está agotado porque las naciones se están convirtiendo en provincias.
"Propugno y anuncio el advenimiento de una forma más avanzada de convivencia europea, un paso adelante en la organización jurídica y política de su unidad"..., Europa será la ultranación.
"Si Europa es solo una pluralidad de naciones, pueden los pacíficos despedirse radicalmente de sus esperanzas.
"Todos estos nacionalismos son callejones sin salida. Inténtese proyectarlos hacia el mañana y se sentirá el tope. Por ahí no se sale a ningún lado."
Y ya en 1954, cuando ya estaba constituida la primera Comunidad europea, la del Carbón y del Acero, en una conferencia pronunciada en Torquay, dice Ortega:
"La idea de Europa, y especialmente la de una economía europea unitariamente organizada, es la única figura que hallamos en nuestro horizonte capaz de convertirse en dinámico ideal. Sólo ella podría curar a nuestros pueblos de esa incongruencia desmoralizadora entre la amplitud ultranacional de sus problemas y la exigüidad provinciana de sus Estados nacionales" (Europa y la idea de nación)
¡La Unión Europea, más necesaria que nunca!