El bochornoso ejemplo que nuestros políticos están dando al mundo, las broncas y el estilo barriobajero de sus intervenciones tanto en el parlamento nacional como el parlamento europeo nos está obligando a los ciudadanos españoles a pedir públicamente perdón, primero ante nuestros conciudadanos europeos y después ante el mundo entero. Nosotros somos los que hemos elegido a esta caterva de ignorantes y malhablados.

¡Perdón, Europa! ¡Perdón, ciudadanos del mundo! 

Pero dicho esto, y si avergonzarnos de pedir perdón, conviene que aclaremos algunas cosas: Los ciudadanos españoles no tenemos posibilidad alguna de elegir a otros representantes que sean mejores. Tenemos que elegir unas listas que nos han impuesto y por el orden que nos han impuesto. En la práctica no tenemos la más mínima posibilidad de elegir a candidatos independiente. La mayoría de nosotros, cuando v amos a votar, no votamos a un partido, sino que votamos contra otro partido, que es el que está en gobierno.

El sistema electoral que tenemos en España es dictatorial. La dictadura de los partidos políticos, es decir la partitocracia, es en muchos aspectos tan nefasta y tan contraria a los derechos humanos y a la libertad como lo fue la dictadura de Franco.

Pero en España no siempre fue así.  Conviene que escuchemos las palabras de Francisco de Vitoria (Siglo XVI), y sobre todo que las escuche la Comisión Europea y deje echar valores fuera, pues debe saber, ahora que se acercan las elecciones europeas, que el sistema electoral europeo es tan nefasto como el español:    

"los magistrados civiles, los gobernadores y los príncipes tienen solo aquella autoridad y poder que les concede la comunidad. De ello se sigue el siguiente corolario: que los súbditos están obligados a obedecer a los superiores en aquellas cosas para las que la nación ha concedido a ellos el poder y en la forma en que esta lo ha establecido. Por ello, si la nación elige al rey a condición de que exija solamente determinados tributos e impuestos y este exige otros, los súbditos no están en modo alguno obligados a obedecerlo, ya que todo el poder del rey depende de la comunidad" (F. de Vitoria, Comentario de la II-IIae, citado por E. Naszalyi El Estado según Francisco de Vitoria ,241

No hace falta haber estudiado Derecho para entender lo que estas frases quieren decir y el efecto revolucionario que actualmente deberían tener. Con palabas actuales diríamos: Si en el programa electoral el gobierno elegido no hablaba de subir los impuestos, por ejemplo, no estamos obligados a pagarlos en caso de que lo suba. "Y si en el programa electoral hablaba de no-amnistía, deberíamos revelarnos contra la amnistía, porque es lo contrario de lo que le hemos autorizado al Gobierno. Y no sería necesario recurrir al Tribunal constitucional. La ruptura de un contrato se resuelve ante cualquier tribunal ordinario. Y los contratos, si no se cumplen, se pagan, menos en España, donde los partidos políticos tienen un poder absoluto que el pueblo español hace ya siglos quitó a los reyes. Ya va siendo hora de que se lo arrebatemos a los partidos políticos".

Señores de la Comisión. Pónganse al día en derechos humanos.  Francisco de Vitoria, siglo XVI, era mucho más avanzado que ustedes. Velen por la calidad de la democracia en los Estados miembros y, sobre todo, por la democracia en España. Si los españoles somos ciudadanos de la Unión, la Unión está obligada a defendernos.